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    Abraham Lincoln: cazador de vampiros
    Críticas
    2,5
    Regular
    Abraham Lincoln: cazador de vampiros

    Rescribiendo la Historia americana

    por Alejandro G.Calvo

    No recuerdo con excesiva alegría el periplo de leer el best-seller "Orgullo y prejuicio y zombis", particular (y algo zafia) relectura del clásico de Jane Austen a cargo del enfant terrible de la literatura mainstream norteamericana de género Seth Grahame-Smith. El problema no era tanto debido a la "profanación" de un clásico de la literatura británica -eso no me parece mal, de hecho llegué a creerme que de ahí podía salir algo bien interesante, siguiendo el ejemplo de la saga "Marvel Zombies" o aquel tronchante relato corto de Woody Allen donde un hombre se introducía en la novela de Madame Bovary para conquistar a la protagonista-, como al irremediable tedio que provocaba su lectura una vez superada la anécdota de partida.

    Tras el fracaso con Austen ya no tuve valor para enfrentarme a "Abraham Lincoln: Cazador de vampiros", segundo producto literario de Grahame-Smith que le sirve de base al realizador kazajo Timur Bekmambetov para levantar la película que ahora llega a nuestras salas. Y es ahí dónde reside la sorpresa de la cinta. Dábamos por hecho que un hombre como Bekmambetov, al que conocemos por ser un artista en la delineación de la filigrana plástica –tanto el díptico 'Guardianes de la noche' / 'Guardianes del día' como 'Wanted' eran castillos artificiales de arabescos imposibles capaces de fundir la estética del cómic de superhéroes y el cine de animación moldeados como action movies un tanto exploit- sería capaz de insuflar a una historia presumiblemente endeble, incluso irrisoria, de la energía cinética necesaria como para que pudiéramos quedar mínimamente fascinados con sus imágenes. Lo curioso ha sido encontrarnos con una historia (el guion también corre a cargo de Grahame-Smith) mucho más atractiva de lo que esperábamos -la rescritura de la Historia americana creando semblanzas entre esclavistas y vampiros y planteando su Guerra Civil como una lucha de poderes entre humanos y chupasangres- y con unas imágenes bastante desinfladas.

    Y es que si algo corre en contra de la película es un acabado en alta definición digital más cercano a un videojuego de los años noventa o una película yemení en la era de la revolución de los formatos que a la parafernalia expositiva que Hollywood nos brinda incluso con películas tan zafias como 'Ira de titanes' o cualquier entrega de la saga 'Underworld'. A la imagen de este 'Abraham Lincoln: Cazador de vampiros' le canta el píxel, el croma, el efecto gaussiano del Photoshop. Así pues con una imagen que tiende a oscurecerse en demasía, cuya efectividad se diluye en esa continua niebla que baña las imágenes, todo queda en manos de una trama que, para nuestra desgracia, acaba tomándose demasiado en serio a sí misma. Haciendo que la segunda parte de la película sea muchísimo más aburrida que el trepidante arranque (o el divertido final). Ahora, los fans del cine de vampiros se lo van a pasar en grande: no hay nada menos parecido a 'Crepúsculo' en toda la cartelera.

    A favor: El encadenado que muestra a Abe Lincoln matando y enterrando chupasangres

    En contra: Cuando llega a la presidencia el ritmo baja considerablemente.

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