Tras haber finalizado el terrible período de la Guerra Civil (1861-1865), el capitán Porter es envíado a un nuevo destino, concretamente a Texas. Un único problema le preocupa, y es que su esposa se niega a acompañarlo. Tras muchos intentos, logra convencerla para que vaya y proteja a los más necesitados de las especulaciones de los ricos. Uno de ellos, Balfour, compra una partida de grano en una subasta pública, pero Porter le niega la protección que solicita para trasladarlo. Aprovechando la ocasión, unos bandidos deciden atacar y prender fuego al vagón del tren en el que se guarda el grano. Después de este incidente es amonestado por sus superiores así que el capitán se propone un firme objetivo: encontrar a los culpables lo antes posible.