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Un proyecto urbanístico en el norte de Inglaterra conocido como ‘The Arbor’ dejó una profunda huella en la dramaturga Andrea Dunbar. Ella creció allí, tituló con ese mismo nombre su primera obra de teatro y basó todo su trabajo posterior en él. Clio Barnard pudo haber adaptado la obra de teatro de Dunbar o haber hecho un documental convencional acerca de su vida, pero optó por crear una obra cautivadora que trasciende a cualquier género y huye de catalogaciones. Después de dos años entrevistando a la familia, amigos y vecinos de la dramaturga, Barnard rodó a actores interpretando el contenido de esas entrevistas de manera impecable, representando cada pausa, cada tick, cada matiz. La película se centra en la tormentosa relación que Dunbar tenía con su hija Lorraine. Dunbar murió trágicamente a los 29 años; Lorraine tiene esa misma edad cuando Barnard le filma y le hace volver a enfrentarse a las obras de teatro y a las cartas de su madre, obligándole a darse de cuenta de los paralelismos presentes en sus vidas.
