Mademoiselle Drot

La trama se desarrolla unos meses antes de uno de los conflictos bélicos más impactantes y sanguinarios de toda la historia: la Segunda Guerra Mundial. Bénédicte Drot de Fézinzac desempeña el papel con mayor trascendencia de la obra, siendo una mujer perteneciente a un rango inferior de la nobleza que habita en Versalles y que ha tenido un hijo con motivo de un idilio extramatrimonial junto con un lugareño, un adulterio que su esposo desconoce por completo y que le costará muy caro para sus intereses personales.

Cuando sus más allegados se enteran de lo ocurrido, toman la decisión de enviar al muchacho a un orfelinato católico y de desterrar a la protagonista con la finalidad de que sea capaz de resolver sus problemas por sus propios métodos. Entonces se pone manos a la obra y comienza a trabajar en la mansión de una poderosa familia residente en París, aunque deberá afrontar una serie de complicaciones en su vida diaria debido a la ideología y las raíces de los individuos con los que va a convivir a partir de ahora. La tensa situación se apaciguará merced al estrecho vínculo que le une con la mujer de la casa, quien le estará realmente agradecida llegado el momento en el que dé a luz a su bebé y sea Bénédicte la persona encargada de estar a su lado durante el parto. Pero la señora será detenida por las tropas francesas después de cometer un grave fallo en su estrategia cuidadosamente trazada, por lo que su entrañable sirvienta será la responsable de asegurar la protección y la supervivencia de su linaje.