El cartoon improbable
por Alejandro G.CalvoSobre el papel seguramente la idea no era tan mala: coger un relato de gángsters a la vieja usanza –un wild bunch de policías íntegramente violentos deben detener a un todopoderoso capo de la mafia- y transformarlo en un cartoon granguiñolesco donde predomine el exabrupto y la exageración por encima de las líneas clásicas del género. Para ello se escoge a un guionista atonal y despersonalizado –Will Beall, el responsable de los libretos de la descafeinada y previsible serie televisiva Castle- y a un director con cierta mano izquierda en los tejemanejes de la comedia intergenérica –ya sea en el masificado cuento zombi (Zombieland, 2009), ya en las películas de robos accidentados (30 minutos o menos, 2011)- y se le nutre de un surtido grupo de actores de primera línea: Ryan Gosling, Sean Penn, Josh Brolin, Emma Stone, Nick Nolte. Total, lo peor que podía pasar si salía todo mal es que acabara siendo un mal remedo del Dick Tracy (1990) de Warren Beatty y, en el mejor, un cruce entre Los intocables de Eliot Ness (1987) y Muerte entre las flores (1990).
Los resultados, por desgracia, son los peores imaginables. Fleischer se demuestra como un cineasta inmaduro, incapaz de manejar con corrección el devenir narrativo de una cinta que bascula entre lo grotesco y lo presuntamente grave sin ningún tipo de mesura ni equilibrio. Es como si las imágenes de la película estuvieran enfadadas consigo mismas: cuando estas son violentamente gráficas parece un mal remedo exploit y cuando tratan de ponerse elegantes poseen la resolución de un maniquí almidonado. Está claro que no ayuda un guion donde el cliché y el arquetipo es a lo primero que se recurre en caso de duda; de ahí que ni siquiera los intérpretes puedan hacer nada por salvar el naufragio de la cinta –mención especial para Ryan Gosling y Emma Stone, convirtiéndose en una parodia bufonesca de Humphrey Bogart y Lauren Bacall para los espectadores del MTV Latino-. Pero lo más grave, sin duda, es la nula capacidad de Fleischer para dotar de una mínima fluidez y credibilidad a la trama, convirtiendo Gangster Squad en una sucesión de imágenes pretendidamente chocantes –de ahí que haya mucha violencia y mucho chiste malo- ligadas por una serie de nudos dramáticos tan inconsistentes como previsibles.
Fleischer se equivoca al premiar la velocidad por encima de la coherencia, desaprovechando así los escasos momentos que la cinta podría dejar para el recuerdo –los monólogos de Sean Penn ataviado en modo Joaquín Reyes/Mickey Cohen, algunas secuencias de acción aisladas y poco más-, convirtiendo lo trágico en risible y lo espectacular en soporífero. Aunque quizás lo peor de todo sea el cierre de la película (sin spoilers) donde una voz en off pronuncia un alegato en defensa del cuerpo policial que habría logrado enrojecer al John Ford de Fort Apache (1948). Y ahora para finalizar, ya que este texto ha quedado terriblemente pesimista y descorazonador, aquí dejo una retahíla de películas de gángsters que sí merece la pena visionar (y revisionar), una y otra vez. Que luego dicen que los críticos somos una panda de destructores que no aportamos nunca nada.
A favor: La nariz de Sean Penn y la pierna de Emma Stone
En contra: El monólogo fascistoide final
Filmografía recomendada: The yellow sea (2010), Enemigos públicos (2009), Un profeta (2009), Promesas del este (2007), La noche es nuestra (2007), Infiltrados (2006), Election (2005), Gomorra (2005), Breaking news (2004), Infernal Affairs (2002), Ghost Dog: El camino del samurai (1999), El funeral (1996), Sospechosos habituales (1995), Pulp Fiction (1994), Atrapado por su pasado (1993), Sonatine (1993), Hard boiled (1992), Uno de los nuestros (1990), Muerte entre las flores (1990), Los intocables de Eliot Ness (1987), Manhattan Sur (1985), Érase una vez en América (1984), El precio del poder (1983), El Padrino Parte 2 (1974), Yakuza (1974), Chinatown (1974), Malas calles (1973), El Padrino (1972), A quemarropa (1967), El vagabundo de Tokio (1966), Código del hampa (1964), El silencio de un hombre (1961), Tirad sobre el pianista (1960), Atraco perfecto (1956), Rififi (1955), París, bajos fondos (1952), Los sobornados (1953), La jungla de asfalto (1950), Al rojo vivo (1949), El beso de la muerte (1947), Forajidos (1946), El último refugio (1941), Los violentos años veinte (1939), Ángeles con caras sucias (1938), Pepe le Moko (1937), Scarface, el terror del hampa (1932) y Hampa dorada (1931).