Grupo salvaje
por Xavi Sánchez PonsDavid Ayer es un director y guionista norteamericano que pegó el pelotazo en 2001 al firmar los guiones de las notables Training Day y A Todo Gas. A lo largo de estos últimos trece años ha alternado esas dos facetas con mayor o menor éxito, convirtiéndose en una especie de artesano, con una buena inyección de esteroides, todo sea dicho, del cine policíaco y el thriller. Hasta la fecha, sus incursiones como realizador se habían saldado con resultados irregulares; películas como la fallida Dueños de la Calle (primer guión original de James Ellroy para el cine) y la efectista y algo tramposa, Sin Tregua. Ahora bien, con Sabotage la cosa cambia. Y es que estamos delante de uno de los filmes de acción más desacomplejados, disfrutables, locos y violentos de la temporada.
Conviene, y mucho, llegar virgen al cine poder disfrutar de una película que en su hora y cincuenta minutos de duración coquetea con diversos géneros y juega a la sorpresa con un sentido del timing preciso. Lo nuevo de Ayer empieza como un relato de policías corruptos, sigue como un slasher sangriento (solo decir que lo amantes del gore tienen un par de escenas de esas para aplaudir levantado en la butaca), y acaba como una historia de venganza de tintes crepusculares a lo Sam Peckinpah; salvando las distancias, claro está, aunque en Sabotage también hay una especie de grupo salvaje liderado por un encallecido Arnold Schwarzenegger. El estilo de Ayer tras la cámara es pirotécnico, nervioso, como un Michael Bay de videoclub jugando en la liga de la incorrección política y la ultraviolencia. “La credibilidad es como la virginidad, una vez la pierdes no la puedes recuperar”, espeta uno de los personajes a Schwarzie a los pocos minutos de metraje. Ese el nivel de sutilidad de esta historia que a pesar de su frenesí inverosímil, es mucho más creíble y equilibrada, en su delirio y ganas de fiesta, que los anteriores y más realistas trabajos de David Ayer.
Algunas de las sorpresas que presenta Sabotage se encuentran en su atípico pero resultón reparto. MireilleEnos, la dócil mujer de Brad Pitt en Guerra Mundial Z,aquí transformada en una femme fatale; la inglesa Olivia Williams como implacable agente de policía; y Josh Holloway,aka Sawyer en Perdidos, Terrence Howard y Sam Worthington (este último casi irreconocible), convertidos en soldados de cuerpos especiales anti-droga con un punto descerebrado.
A favor: sus pinceladas gore y una felina MireilleEnos
En contra: el look imposible de Sam Worthington