Julie (Jennifer Westfeldt, 'Besando a Jessica Stein') y Jason (Adam Scott, 'El aviador'), han sido mejores amigos durante muchos años. Esa amistad no se ha visto amenazada en ningún momento ni por líos amorosos ni por ningún tipo de atracción sexual entre ellos. Los dos saben que su amistad está por encima de todo y que cruzar la fina y difusa frontera que separa la amistad del amor, es un grave error que jamás van a cometer.
A sus treinta y tantos, los dos siguen solteros y buscan a la media naranja con la que poder formar una familia. Sin embargo, se dan cuenta de que todos sus amigos casados pierden sus buenas cualidades cuando tienen niños. Por ello, Julie y Jason, deciden tener un hijo en común sin ser pareja. Es decir, comparten descendencia pero a la vez disfrutan de su soltería saliendo con otras personas. Al poco tiempo, en la vida de Jason aparece la joven Mary Jane (Megan Fox, 'Transformers') y en la de Julie, Kurt (Edward Burns, 'Las aceras de Nueva York'). Las dos parejas parecen perfectos compañeros de viaje. Un bebé, dos grandes amigos y sus respectivas parejas sentimentales... ¿Qué podría salir mal?
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