Crítica de SensaCine.com para The Ugly: El rastro de Hannibal

El realizador neozelandés Scott Reynolds debutó en la dirección de largometrajes con este thriller rodado en Auckland, su ciudad natal, que se encargó de guionizar él mismo y donde integra terror, gore y drama a partes iguales. The Ugly narra la historia de un asesino en serie confinado en una institución mental a quien trata simultáneamente un oscuro doctor. Una joven psiquiatra quiere visitar al psicópata para observar si podría reinsertarse en la sociedad sin resultar amenazante o no y, sobre todo, quiere descubrir cuáles fueron las motivaciones que le indujeron a perpetrar los crímenes atroces que se le imputan.

Sin disimular algunos lazos evidentes con una de las obras maestras del género, El silencio de los corderos, Reynolds demuestra notables dotes para mover la cámara y generar simultáneamente una atmósfera inquietante y claustrofóbica. Lástima que tanto flashback merme el ritmo de la narración y que ciertos recursos facilones resten eficacia a un interesante debut. Reynolds recibió varios premios en festivales de cine fantástico, especialmente, como el premio al mejor director en el festival de Sitges de 1997.

A favor: La puesta en escena.

En contra: Más allá de la polémica que pueda generar su desenlace, la estructura narrativa a base de flashbacks genera un ritmo algo renqueante y cuando se decanta por recursos efectistas, pierde fuerza.