Al fin la explicación definitiva de la Contracultura Condal, que es una cosa que pasó en pocos años pero que dio para mucho. Porque Barcelona, el título no engaña, era una fiesta: una fiesta libertaria en la que nadie había puesto vallas, donde no se cobraba entrada, no había concepción de cool/uncool, todo valía y el cinismo ni se había inventado aún y (parafraseando a Astrud) “daba miedo y daba risa de tan por estrenar que parecía”. El underground barcelonés se nos explica aquí con gran atención al detalle y genial imaginería comiquera de fondo: desde su cuna balanceante (Canet Rock, las Jornadas Libertarias del Parque Güell de 1975, Ibiza, los guiris de paso, la ruptura con el dandismo y la bonne vivre burguesa de la Gauche Divine...) al apogeo utópico de luz y de color y un montón de folleteo y drogas (el “stajanovismo” de Star, Ajoblanco, Makoki, los cómix, Disco Exprés, Zeleste, los grupos, Pau Riba en mallas, Ibiza otra vez) hasta el codazo final que le propinarían los proto-punks (La Banda Trapera del Río, jodiendo la marrana por pura auto-preservación). Lo cuentan todos y cada uno de los testigos supervivientes: Nazario, Pepe Ribas, Mariscal, Onliyú, Miguel Gallardo, Ramón de España, Montesol, Luís Racionero, Pau Riba, Marta Sentís, Quim Monzó, Víctor Jou, Oriol Tramvia y más aún. Un documental gigante en intención y resultado, para los que saben y para los que ignoran.