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    Un cerdo en Gaza
    Críticas
    1,5
    Mala
    Un cerdo en Gaza

    Un chanco en la red

    por Quim Casas

    'Un cerdo en Gaza' es una comedia sobre el conflicto entre palestinos e israelíes. Perfecto. Puede hacerse comedia, parodia, ironía y diversión de cualquier tema, esté más o menos superado o aún vigente, por duro y escabroso que sea. El valor o riesgo que comporta esta elección no debe, con todo, invitar a una adhesión incondicional sean cuales sean los logros del producto: la peor película de Roberto Benigni sigue siendo 'La vida es bella' pero, por supuesto, el actor y director italiano tuvo el valor de rodar en clave cómica una cinta sobre los campos de exterminio durante la segunda guerra mundial.

    En esas estamos al enfrentarnos a un filme como 'Un cerdo en Gaza', que habla de confraternización imposible, extremismo, fanatismo religioso, atentados, diáspora y disputa secular recurriendo siempre a la comicidad. Bien por la elección, mal por el tono, el resultado, la endeblez de sus situaciones distendidas. Puede caer simpática, pero no tiene demasiada gracia. Puede resultar un film incordio sobre el papel, pero rezuma moralina por todos sus poros. Puede resultar atrevida, pero la fragilidad de planteamientos, el escaso trabajo con los personajes y el carácter balbuciente del relato –más bien una sucesión de escenas pretendidamente cómicas que otra cosa: toda la parte concerniente al esperma del cerdo y cómo conseguirlo– da al traste con el valor del filme como tal, más allá de que coseche un buen éxito en taquilla y se hable de él más por lo que anuncia que por lo que consigue.

    El protagonista, un pescador palestino que apenas pesca y debe soportar la presencia de dos soldados israelíes en el tejado de su casa que controlan una carretera adyacente, podría haber resultado algo parecido a un alocado personaje de slapstick o incluso de un cartoon con humano en vez de animal parlante, pero el realizador de la película, Sylvain Estibal, no le saca más partido al pescador que al cerdo que encuentra en una de sus redes y con el cual pretende ganarse un dinero extra. Que sea un cerdo tampoco resulta tan original: en un contexto musulmán, nada mejor que provocar situaciones excéntricas con un animal tan impuro para sus creencias.

    Más que políticamente incorrecta –lo son mucho más las comedias bárbaras de Apatow y seguidores/discípulos/acólitos–, 'Un cerdo en gaza' es una comedia sin substancia que desaprovecha una verdadera oportunidad para entrar a saco en determinados temas tabúes. Cualquier chiste sobre judíos de Woody Allen sigue siendo más ingenioso, atrevido, controvertido y provocador.

    A favor: el entregado trabajo del actor pese a la escasa consistencia de su personaje.

    En contra: su comicidad balbuciente, el tono más simpático que contundente.

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