A pesar de ser una mujer tremendamente religiosa y con férreos principios, nada impedirá que Melanie Leroy consigua la perfecta familia y al perfecto marido. Al principio de la película, Melanie está felizmente casada hasta que descubre que su marido está teniendo una aventura con otra mujer. En ese momento, algo cambia en su interior y termina por asesinar a su compañero sentimental.
Poco después, hereda un edificio de apartamentos de una tía recientemente fallecida, y se convierte en la casera del inmueble. Desgraciadamente, tiene poca tolerancia hacia los inquilinos que rompen las reglas, y aquellos que desobedecen son asesinados de distintas materas. Todo se complica todavía más cuando se obsesiona con uno de ellos, que representa todo lo que ella quiere para su vida.