Crítica de SensaCine.com para Impávido: Thriller impertérrito

No hace falta escarbar mucho para encontrar los referentes en los que se mira la ampliación que Carlos Therón ha hecho de su corto homónimo de 2007. Las películas de criminales verborreicos a lo Quentin Tarantino, con enredadas madejas argumentales que priman la secuencia aislada y la frase ingeniosa por encima de la cohesión de la historia a lo Guy Ritchie y las crónicas sádicas de las contrariedades que sufre un perdedor a lo hermanos Coen. Therón expone humilde las piezas con las que juegan en la liga donde le gustaría entrar, pero se queda muy lejos de pisar campo.

Como el cine español ha dado muestras anteriores de saber manejar con soltura el tono del género criminal postmoderno, más cercano a la comedia que al thriller (y ahí están ejemplos dispares pero elocuentes como 'Airbag' y 'Torrente, el brazo tonto de la ley' para certificarlo), hay que encontrar las razones del fracaso de 'Impávido' en su debilidad ante las inevitables comparaciones y un plantel de actores nefasto, encabezado por Nacho Vidal. Eso sí, tampoco debemos tirar al bebé con el agua sucia: la secuencia del atraco es digna de ser vista por Christopher Nolan con un bloc de notas y, entre un reparto plagado de guiños televisivos y esperpento, el excelente y comedido trabajo que hacen dos intérpretes como Manolo Saco y Julián Villagrán.

A favor: Manolo Solo y la comicidad que aporta Julián Villagrán a su personaje.

En contra: Se nota que desde el guión hay buenas intenciones para hacer algo interesante, pero la falta de agudeza del resultado final no acompaña.