El largometraje entretiene, y consigue mantener la atención durante las casi dos horas que dura. No es una película de acción pura, pues realmente de acción solo tiene diez o quince minutos y eso ocurre tras haber pasado la hora del metraje, entra más dentro del género de "planes que salen bien" aderezado con algunos momentos de suspense.
Si nos ponemos a buscarle pegas hay varias: la primera ¿cómo es posible que un grumete campe a sus anchas desmontando partes del barco, sin que nadie se dé cuenta? o ¿cómo es posible salir sin ningún rasguño tras una colisión entre dos furgonetas, y después de un fuego cruzado? o esta otra ¿entran en tu casa, se pasean por ella encendiendo todo tipo de luces y no te das cuenta hasta la media hora? ¿Y te presentas en calzones?
Si obviamos estas cuestiones y alguna otra, pues estaremos atentos a la pantalla viendo como por arte de magia, el bueno de Mark Wahlberg consigue entrar todo lo que se propone al país para así salvar a su familia y castigar a los malos.