Remake sin nada
por Rodolfo SánchezAndrew Davis demostró durante años su capacidad para generar películas de acción de buen envoltorio y, en algunos casos, incluso de resultados por encima de la media dentro del género como A la caza del lobo rojo o El fugitivo. Sin embargo, con una película como Un crimen perfecto, Davis se dio de bruces con dos problemas. El primero que era un remake de Crimen perfecto de Alfred Hitchcock, que sin ser una de las obras maestras del director era lo suficientemente buena como para tener muy complicado el llegar a hacer algo parecido. El segundo problema, derivado de este, se encuentra en que Davis es un buen director, o se maneja bien, en narraciones de acción y no tanto en una en la que se requiere un buen pulso narrativo y rítmico y en la que los personajes no sean meros vehículos para hacer que la historia avance.
No es suficiente hacer una película sofisticada y elegante, que lo es, es necesario crear tensión, incluso construir una atmósfera medianamente enfermiza dado lo que está narrando. Y Davis consigue por momento todo lo anterior, pero tan solo de manera aislada, pues el conjunto es atropellado y anodino, sin tensión, sin apenas interés. No es necesario comparar con su original: por si misma ya se desploma. Los actores cumplen pero de manera funcional, todos en su papel porque casaban bien con el mismo y no tanto porque hayan construido uno. El desarrollo pierde fuerza minuto tras minuto a pesar de los golpes de efecto, muy infantiles. Una película sosa e innecesaria.
A favor: Gwyneth Paltrow.
En contra: La falta de tensión y de intriga, justo lo que debería tener.