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    Abre los ojos
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    David Filme
    David Filme

    16.698 usuarios 264 críticas Sigue sus publicaciones

    3,0
    Publicada el 27 de noviembre de 2021
    "Abre Los Ojos" es un interesante y correcto thriller psicológico con tintes de ciencia ficción, dirigido por Alejandro Aménabar y protagonizado por Eduardo Noriega. César es un atractivo, millonario y mujeriego joven, al que le gusta la aventura pero no el compromiso. Sin embargo, en la celebración de su último cumpleaños, conocerá a Sofía, de la cual quedará prendado y que no le importará que sea el interés amoroso de gran amigo, Pelayo. Luego de un ataque de celos de una antigua conquista que termina en un accidente vehicular, César quedará desfigurado, entrando en una espantosa pesadilla de la que parece no podrá escapar. Tras el éxito de su ópera prima “Tesis” (1996), que le significó quedarse con el respeto de la crítica y 7 de los 8 Goyas a los que estuvo nominado, el director chileno-hispano Alejandro Aménabar se abocará en filmar su segunda película, con el doble de presupuesto, a partir del guión desarrollado en conjunto con Mateo Gil, que se convertirá con el tiempo en asiduo colaborador de Aménabar desde la mencionada “Tesis” (1996) pasando por “Mar Adentro” (2004) y “Ágora” (2009). Así, Aménabar propondría un thriller con marcadas temáticas de ciencia ficción, cuyo impacto mediático haría que el actor y productor Tom Cruise hiciera un remake cuatro años más tarde, “Vanilla Sky” (2001), protagonizada por el propio Cruise y nuevamente por Penélope Cruz. Uno de los grandes méritos del film es proponer un leitmotiv aparentemente simple, como es el hecho de que un joven mujeriego, acaudalado y vanidoso, pase de tener una existencia envidiable y conocer a la mujer de su vida a sufrir un espantoso accidente que lo deja horriblemente desfigurado, para convertirse en un trama de interesante complejidad narrativa. Y es que aunque en ello Aménabar y Gil pequen un tanto de ser reiterativos en sus derroteros narrativos, en la práctica lograrán contrariar decididamente al espectador, en especial en la perceptibilidad y conciencia de la realidad versus los sueños (o pesadillas, más bien) de su protagonista.

    El punto de inflexión narrativo de filme, está decididamente en el momento del accidente, no sólo porque la simpleza del leitmotiv transmuta hacia algo más complejo, sino porque precisa la estructura de los personajes. Es después del accidente cuando la vida de César cambiará radicalmente, cuando poco a poco su concepto de realidad se deforme y distorsione a tal punto que su deformidad pasa a ser más que nada metafórica respecto de su personalidad. El director ofrece una realidad que puede contener otras realidades y al mismo tiempo ser esa realidad una alternativa a otra realidad. Aménabar juega, entonces, con un suspenso construido en base a nuevas revelaciones de escenas reales o pesadillescas que llevarán al espectador a caer una y otra vez en la confusión de estar siguiendo una correcta línea de comprensión narrativa, con la pregunta constante de qué es real y qué no en la vida del protagonista, en especial al comienzo cuando las escenas parecen no tener ninguna conexión lógica, lo que cambiará cuando César, ayudado por su psiquiatra, encuentre la clave de todo, la criogenización. Un terreno distinto al suspenso natural y que resulta más complejo de concebir, porque corre siempre el riesgo de abortarse a sí mismo por esta espiral de engaños y contragiros de argumento. De esta forma, el film plantea la pregunta de qué tan real es nuestra propia existencia y las consecuencias de tener en cuenta el subconsciente respecto de la conciencia para descubrir la verdad. La realidad toma su forma con base en nuestra cultura, en nuestro estado emocional, nuestros sentimientos, deseos, miedos y esperanzas… Es la explicación para que dos personas se paren ante una pintura, y uno la encuentre inspiradora y maravillosa, y el otro la encuentre fea y sin sentido alguno. También es esto lo que explica y nos quieren hacer llegar, los tan diversos sentires que una película, nada fácil y sí bastante exigente, inspira en los espectadores.

    La analogía de las máscaras juega también un interesante significado, pues puede asociarse con las máscaras comportamentales que se llevan en sociedad, para ocultar cuanto se pueda el lado oscuro del alma. Como César, logra forjar un personaje muy creíble y complejo, que recrea con eficacia el difícil proceso de duelo por el que se suele pasar en situaciones de ese tipo. Se ha perdido lo que se tenía como el más preciado tesoro. De seductor irresistible, se ha pasado a un ser cuyo cuerpo deja de ser recurso para reducirse a instrumento, y entonces hará falta tiempo y una orientación bastante precisa de índole psicológico-espiritual, para que la persona comprenda que, el que pareciera un cambio brutal e injusto, podría ser una oportunidad de oro. Pero aquí no se juega con lo profundamente viable y mejor se da cabida al insensato y oportunista mercantilismo que hablará de congelación y de otras perspectivas futuras que rayan con la ficción y que es a lo que tiende la anquilosada sociedad. Sin embargo, aunque excedido un tanto el metraje, Aménabar demuestrará que su propuesta cinematográfica poco habitual en el cine español va por el camino del suspenso psicológico, aquel que sucede esencialmente en la psique de sus personajes protagónicos y del que diera clases una de sus principales influencias, Alfred Hitchcock. De esta forma, desde ese estupendo prólogo con César caminando por las calles de un Madrid desolado, pasando por sus oníricas visiones con Sofía en la intimidad y en la aparente normalidad de la chica haciendo de mimo en la plaza o acompañándolo en un bar junto a Pelayo, hasta sus pesadillescos momentos de violencia con Nuria y sus borrosos recuerdos de “Life Extension”, Aménabar encuentra tiempo para construir una ambientación muy enrarecida y asfixiante, en la que el papel del fotógrafo alemán Hans Burmann juega un papel importante con sus acertados claroscuros y otras técnicas de borrosidad empleadas.

    Las actuaciones, en líneas generales, son correctas, aunque en mi opinión el protagónico pudo haber estado mejor. Eduardo Noriega no está tan sólido como en la ópera prima de Aménabar, en donde interpretó al asesino Bosco Herranz, aunque sí resulta convincente como un petulante César. Penélope Cruz en tanto, interpreta a una enigmática Sofía la chica que parece haber cazado al mujeriego César, pero que para el protagonista no termina de decidirse entre él y su amigo Pelayo, interpretado por Fele Martínez que también estuvo mejor en "Tesis", en donde interpreta al morboso Chema, y que aquí sólo cumple como el secundario Pelayo, mejor amigo de César, que acepta que su gran amigo le robe la novia sin más. Mucho mejor estarían Naiwa Nimri como Nuria/Sofía, en su papel de obsesiva femme fatale que llevará a César a conocer el infierno y Chete Lera, como el carismático psiquiatra de César, que intenta ayudarlo a separar pesadillas de realidad. Alejandro Aménabar realiza un cameo en la escena en la que César está orinando en el baño y un tipo se ríe de su aspecto.

    En definitiva, interesante y correcto thriller psicológico, que basa su efectividad en su naturaleza original e imaginativa de realidades que no podemos estar seguros que existen, que representan un verdadero acertijo psicológico y que plantea una verdad que pudiera ser chocante si nos volvemos conscientes de ella. Una cinta profunda y provocadora, enigmática y oscura, por ser algo enrevesada y liosa, aunque con un final que dejará un sabor de boca bastante mejor del que presupone el espectador durante el film. Su buena dirección, guión, caracterizaciones, fotografía, música y narrativa, la convierten en una obra incitadora y necesaria, no solo en la filmografía española, sino en el séptimo arte en general y en especial, en el cine surrealista.

    FilmeClub.com
    Sebastian S.
    Sebastian S.

    51 usuarios 39 críticas Sigue sus publicaciones

    2,0
    Publicada el 29 de diciembre de 2019
    "No es profunda solo pretende serlo"
    Belleza, amor etc... son temas que son sencillos pero siguie siendo temas para tener una buena historia. Pero esta obra se esfuerza mucho para hacernos pensar que estamos viendo una obra con mucha profundidad que no es superfical que es esta hecha para hacernos pensar y criticar nuestro pensamiento(eso lo que la obra pretende) pero es lo que pretende la obra en realidad es más simple no tiene casi nada de profundidad en sus personajes o en el mundo que intenta replicar solo es un envoltorio para una obra pretenciosa. Un buen presupuesto y buena dirección es lo que salva de este flim de ser mediocre.
    No toda historia necesita ser profunda en ocasiónes las historias simples pueden ser mejor contadas
    Eloísa Páramo
    Eloísa Páramo

    4 críticas Sigue sus publicaciones

    5,0
    Publicada el 24 de octubre de 2021
    Me encantó esta película. Me parece que la versión española es 1000 veces mejor que la estadounidense y me da mucha pena que la original no haya tenido el mismo éxito. Muy buenos efectos y trama. Es una gran trabajo.
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