Picaresca TV
por Gonzalo de PedroLa sombra del Lazarillo es alargada, y pasando en zig-zag por el esperpentovalleinclanesco, desemboca abruptamente en el trabajo de Alex de la Iglesia, quelleva años actualizando la tradición de la picaresca y el esperpento con su galería deperdedores y perdidos, acabados, payasos amargos y buscavidas hambrientos. DelRafael de 'Crimen ferpecto' que buscaba el éxito a través del sexo, al Roberto Gómez de'La chispa de la vida', las raíces del cine de De la Iglesia se hunden en lo más negro denuestra tradición literaria capaz de mirar con sorna a la realidad y extraer de ella, espejodeformante de por medio o no, aquello que el realismo débil o el arte cortesano no seatreve.
'La chispa de la vida', basada en un guión del americano Randy Feldman, puede queno sea su mejor película, pero es coherente con su proyecto de sacar a la luz lo másmiserable de una España acostumbrada a mentir, a vivir por encima de sus posibilidades,y que abrazó lo peor del capitalismo con la emoción de quien se reencuentra con sumadre muchos años después... sin darse cuenta de que está muerta, como en 'Psicosis'.Porque si 'La chispa de la vida' tiene una virtud es la de poner en escena ese neo-derechocreado por el capital, y que hemos asumido todos sin pestañear: el de vendernos anosotros mismos, el de convertirnos en mercancía, y salir al mercado a comerciar connuestra carne recién cortada. Sin tapujos, y casi con orgullo, reclamamos el derecho aque nos maltraten, el derecho a ser denigrados, el derecho a ser explotados, tal y comohace el protagonista de la película, convencido de que la salvación para su familia solopasa por vender su tragedia al mejor postor (televisivo) y convertirla en el sueño doradode cualquier productor sin escrúpulos: la muerte en directo. De la Iglesia organiza todala película en un viejo teatro romano, restaurado a mayor gloria de los politicuchoslocales, en clara metáfora del viejo "pan y circo" con el que atontar a las masas, porqueal final, 'La chispa de la vida' se presenta como una denuncia sin tapujos del pan y circocontemporáneo: el espectáculo televisivo de compra-venta de vidas humanas.
A favor: Ver cómo De la Iglesia continúa con su retrato de lo peor de nuestro paisajemoral, económico y mediático.
En contra: La pareja Jose Mota-Salma Hayek, que venderá mucho (o no) pero nofunciona ni por asomo dramáticamente. Y que la película roce precisamente aquello quepretende denunciar.