Es el primer largometraje cinematográfico del joven director Carles Torrens que, con tan solo 29 años, se adentra en la industria del cine respaldado por el guión de Rodrigo Cortés, después de 4 cortometrajes y una película emitida en televisión.
Se trata de una producción española rodada en Barcelona, pero todos los miebros del reparto, a excepción Francesc Garrido, son de habla inglesa, por lo que el largometraje se ha grabado originalmente en inglés.