Desde 'Virgen a los 40' (o incluso podría añadirse desde 'Freeks and geeks', pero eso pertenece al mundo televisivo), Judd Apatow ha sabido encontrar su lugar en la comedia hollywoodiense. Un estilo poco común, alocado, casí escatológico, de humor grueso con infinidad de referencias al sexo, al tiempo que hablaba de temas y preocupaciones comunes en las relaciones, tanto de amistad como matrimoniales o familiares. El mérito de Apatow reside en haber conseguido compaginar la comedia gamberra de gran público con un estilo muy personal, casi confesional. El cine de Judd Apatow bien merece la etiqueta de cine de autor.
Resulta fácil apreciar un palpable recorrido vital en la filmografía del director. Comenzó con el nacimiento o despertar sexual que supuso la pérdida de la virginidad del protagonista de 'Virgen a los 40' (un magnífico Steve Carell). Luego pasó por el encontronazo sorpresivo con la realidad así como la necesidad de encarar y asumir las responsabilidades que conlleva la paternidad a través de la película 'Lío embarazoso'. Con 'Hazme reír', además de tratar la amargura que se esconde detrás del telón de todo humorista (ámbito que Apatow y Sandler parecen conocer bien), hablaba de la muerte y los cambios que en la propia persona produce tanto su inminencia como descubrir que aun queda tiempo por vivir. No en vano es sabido ahora que Apatow experimentaba por aquel entonces la enfermedad y pérdida de su madre.
Todas sus películas se centran también en personas adultas que se resisten al paso del tiempo y a la madurez. De ahí sus constantes salidas de tono y su humor grueso que en ocasiones parece no casar con el tono dramático que finalmente suelen adquirir sus películas. No es de extrañar por tanto que Apatow dedicara un filme para reflejar estas experiencias y preocupaciones que acompañan la edad adulta y que ya trató de soslayo en 'Lío embarazoso' con el matrimonio formado por Pete y Debbie, retomados ahora para protagonizar 'Si fuera fácil'. Cabe añadir que la película se titula en su versión original 'This is 40', innegable referencia y bofetada de realidad a su ópera prima, 'Virgen a los 40 (The 40-year-old virgin)'.
'Si fuera fácil' comienza directamente con una escena de sexo en la ducha seguida de una acalorada pero hilarante discusión sobre la conveniencia o no de usar viagra, decisión que él había tomado como "regalo" a ella por su cuarenta cumpleaños. Desde su inicio la película muestra sus cartas y descubre cuál va a ser la tónica general. Peleas de alcoba, obsesión sexual, intimidad familiar, pánico al envejecimiento con el consiguiente aferramiento a las actitudes inmaduras se repiten una y otra vez a lo largo del filme.
La pareja protagonista está genialmente interpretada por Paul Rudd y Leslie Mann (mujer en la vida real del director). Sus escenas respiran de una naturalidad y autenticidad verdaderamente increíbles. Las situaciones de cotidianidad familiar y las agresivas discusiones resultan de lo más veraz, llegando a pinchar al espectador pero también divertir a causa de su agudo ingenio y su rebosante improvisación. El elenco se completa a la perfección con las niñas (hijas también en la vida real de Apatow y Mann), cuyas histéricas interpretaciones no hacen sino reforzar esa sensación frustrante, pero también tierna representación realista de la vida en familia.
'Si fuera fácil' es también la película más lograda a nivel visual del director, con una contenida dirección cámara en mano capaz de producir ese acercamiento sincero a los personajes. No es casualidad que para la película, Apatow contase por primera vez con el operador Phedon Papamichael quien trabajó con Alexander Payne en 'Entre copas'. Su estilo visual casa a la perfección con el tono que el guión del propio Apatow intenta transmitir.
La película, al igual que el resto de la filmografía del director, se encuentra plagada de múltiples referencias contemporáneas a la cultura pop tanto musical como televisiva, al más puro estilo de un irónico monólogo. Resulta impagable la presencia de 'Lost' durante todo el filme y las críticas a J.J. Abrams por parte de su protagonista (y del propio Apatow) como el culpable de la corrupción de sus hijas.
El mayor mérito de 'Si fuera fácil' reside en su equilibrasímo tono que alterna la comedia de humor grueso con el drama familiar más íntimo. Este difícil término medio ya pretendido por Apatow con menos fortuna en 'Hazme reír', es alcanzado con 'Si fuera fácil' de forma muy natural gracias a sus acertados diálogos y a la facilidad que tienen los actores de saltar del drama a la comedia sin que resulte artificial. Esta agridulce mezcla de géneros tiene su momento culminante en una de las extensas escenas finales, una fiesta de cumpleaños donde se alterna escenas de humor casi surreal con serios conflictos familiares sin que en ningún momento se quiebre el tono de la película.
La película se encuentra también llena de conocidos actores como Albert Brooks, Megan Fox o John Lithgow, así como los televisivos Chris O'Dowd ('The IT crowd'), Lena Dunham ('Girls') o Jason Segel ('Cómo conocí a vuestra madre').
'Si fuera fácil' es un sincero y muy humano drama familiar desenfadado con momentos desternillantes que habla tanto de la crisis de la mediana edad, como de la infancia y la vejez. Es la cinta más ambiciosa de Judd Apatow y también su mejor película hasta la fecha.