Mi objetivo es pasar desapercibido, me encuentro agazapado detrás de un vehículo que está estacionado en uno de las plazas con más afluencia de gente de toda la gran ciudad, estoy completamente desnudo y no quiero ser el centro de todas las miradas, pero, la plaza sigue llena, mi ropa está esparcida por el suelo, cada prenda en un punto distinto, tengo que conseguir mi ropa, para vestirme, pero no quiero llamar la atención, es una angustia sin salida, pero a su vez parece algo tan cómico… quizás si fuera otro el susodicho me reiría, ¿Como saldré de esta? Levanto la cabeza y con toda la naturalidad del mundo voy recogiendo mis prendas, me voy vistiendo mientras se suceden las miradas de los transeúntes, unos se ríen, otros se apiadan y otros simplemente pasan indiferentes por mi lado, pero finalmente consigo vestirme, levantar la cabeza y seguir mi camino pese a pasar por todo ello…Objetivo cumplido.
Así nos muestran a Woody, un anciano senil, testarudo, capaz de todo e incapaz de nada, completamente desnudo, pero no desnudo físicamente, desnudo de corazón y alma, pero a medida que la historia se va desarrollando, Woody nos enseña su dignidad…
Alexander Payne consigue trasladarnos a un mundo que se nos ansía caduco, la América profunda, pero ese mundo también está lleno de virtudes, todas las que ha ido perdiendo esa América de doble moral sumida en un sueño de posesiones materiales y cuerpos desesperados por no marchitar.
Rodada en blanco y negro, parece un anacronismo en los tiempos actuales, pero con esto consigue darle un cariz de decadencia, de oscura luminiscencia. En definitiva, la historia es sencilla, la historia nos traslada a Nebraska donde Woody tras recibir un premio, quiere y se empecina en cobrarlo, pues considera que lo hará millonario y así lo hace saber y ya sabemos que ocurre en los pueblos… pero aunque el destino está a miles de kilómetros Woody decide realizar el viaje, aunque tuviera que hacerlo andando, su hijo, reacio a todo esto se ve empujado por la obstinación de su padre y finalmente decide ayudarle y emprenden el viaje. Toda una mirada melancólica con momentos y diálogos cómicos, con un Bruce Dern verdaderamente sensacional, digno de Oscar, Oscar que finalmente no consiguió…