Y me siento con la ilusión e inocencia de una niña a rememorar la infancia y ¡ale!, tortazo en la cara, palomitas por el suelo y bebida derramada.
¿Acabas de verla?, ahora ves a youtube y visiona el tráiler de Annie 1982 de John Huston o 1999 de Rob Marshall, sólo el tráiler y..., ¡qué malas son las comparaciones!, y si has tenido la suerte de ver dichas películas o, incluso sólo una de ellas, no te digo ¡lo que te parecerá ésta!
¿Por dónde empezamos?, ¿por la sobreactuación de Cameron Díaz?, ¿por la falta de chispa y encanto de la protagonista?, ¿por la ausencia de pasión y atractivo, carisma o adrenalina en las escenas musicales?, ¿por la penosa escenografía?, ¿por secundarios de corte que entorpecen la ya torpeza de pega de sus protagonistas?, ¿por un Jamie Fox de magnate apuesto/aspirante a padre que más vale le recuerdes por Django?, ¿por la falta de interés, emoción o enganche a lo que sea que no te haga mirar la pantalla y darte igual si encuentra a sus padres o se la comen los rinocerontes?
Es un musical, ¿no debería vibrar y bailar mi espíritu al son de sus sonoras canciones?, sobre una huérfana, ¿no debería mi corazón derretirse y llorar de sentimientos que no aparecen ni suplicando a los responsables de esta tomadura de pelo que falta el respeto a su original por la desfachatez de su memo resultado y la osadía impertinente de no haberse esforzardo en acercarse, un mínimo, al nivel de calidad de su hermana mayor?
Veo pasar los minutos y sigo preguntado, ¿por qué?, ¿por qué intentar este remake?, ¡si ni siquiera la parte malvada me despierta de la somnolencia y la pesadez de no sentir nada y seguir esperando sólo por ese breve momento grandioso de volver a oír tan emocionante canción que consiga que salga el sol tras tantos nubarrones traídos por estos ineptos!
La gran pena es que los niños, aún por descubrir a tan fantástico personaje de la niñez, se queden aquí con esta imagen pobre de ¡la verdadera Annie!
Háganles un favor y ¡que vean las otras!, de todas, todas estoy seguro de ¡cuál será su favorita!
"¿Hay polvo en tus ojos?, no", en los míos tampoco y dudo que en los tuyos haya algo más que ausencia, nulidad y letanía aburrida donde gana la desgana y el vacío.
"Voy a extrañarte", yo no pues, la ruindad realizada con este clásico no tiene perdón, ni de Dios ni del gato con botas ni del sol que te mira incrédulo por haber mancillado y usado ¡su nombre en vano!
Acabemos de una vez, pon la esperada melodía y ¡alégrame un poco!..."El sol saldrá mañana, apuesta tu último dólar a que mañana habrá sol, sólo de pensar en mañana, borra las telarañas y el pesar, hasta que no queda nada, cuando estoy atrapada en este día, que es gris y solitario, yo sólo levanto mi barbilla y sonrio y le digo, el sol saldrá mañana, así que tienes que aguantar a mañana, que vanga lo que debe, mañana, mañana, te quiero mañana, estás a sólo un día de distancia..." hummm, probaré en inglés..."The sun´ll come out tomorrow, bet your bottom dollar that tomorrow there´ll be sun, just thinking about tomorrow clears away the cobweys and sorrow, till there´s none, when i stuck with a day, that´s grey and lonely, i just stick muy chin and grin and say ohh, the sun´ll come out tomorrow, so gotta you hang on till tomorrow, como what may, tomorrow, tomorrow, i love you tomorrow, your always a day away..."y, definitivamente, ¡ni siquiera la canción ha funcionado!
"Por una salida fácil", sin duda, ¡la han conseguido!