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    Annie
    Críticas
    2,0
    Pasable
    Annie

    Bailando bajo la rubia

    por Suso Aira

    Tal vez el mayor acierto de esta, desangelada, nueva versión cinematográfica del musical homónimo estrenado en los 70, sea hacer crecer a la (reivindicable) Annie que dirigiera John Huston en 1982. Huston fue muy cuco: dejó las escenas musicales a los coreógrafos y a quienes ya las montaran en escena, y se dedicó a beberse todo lo que su hígado soportara con Albert Finney, el divertido protagonista del film. Clásica y correcta como musical (y señalar que el original escénico tampoco ha sido nunca nada del otro mundo, salvo una copia del esquema y tono en canciones del Oliver! de Lionel Bart), la película de Huston era en el fondo una gran coña y colleja a costa del reaganismo que en aquellos años se vendía como el nuevo new deal rooseveltiano. Curiosamente, la Annie que ahora ofrece Will Gluck también tiene mucho de mirada irónica sobre la sociedad norteamericana actual: ¿no es, en el fondo, una especie de oda cantada y bailada de ese ideal obamaniano que si rascas un poco cae en el tiotomismo absoluto?

    De hecho, funciona mejor la descripción de una Nueva York política y pija (que es el fuerte de Gluck, del director: recordemos Rumores y mentiras o Amigos con derecho a roce) deudora de las comedias ligeras sixties con Rock Hudson y Doris Day, que no la decisión de convertir la función en una variante afroamericana. Dejemos ese aspecto a un lado, porque ahí hasta podría hablarse de un racismo simplista (los blancos son malos y los negros, ricos, son buenos), y centrémonos en lo musical. Fallida en ese tema, esta Annie no posee ninguna coreografía que merezca la pena, no le funciona ningún número musical y parece dirigida, pensada y plasmada por el asistente del asistente del que se encarga del coro de Beyoncé. Sí, siguen estando las canciones de siempre (y son cursis, pero adorables), y por encima de todo y de todos está Cameron Diaz. Ella es el verdadero y único valor de la película, la única que se entrega, que se divierte interpretando a esa caricaturesca malvada y la que dota de alma y cachondeo cada una de sus apariciones. Ella es la dueña de ese 2 que puntúa esta crítica… Ella es la película. ¿El resto? Por ahí andan, cantando bajo la rubia.

    A favor: Cameron Diaz, Cameron Diaz y Cameron Diaz.

    En contra: es muy pobre como musical, y muy aburrida. 

     

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