Este es el primer documental que se adentra en los orígenes del SIDA en la ciudad de San Francisco, uno de los puntos calientes de la enfermedad cuando se supo de su existencia y su peligrosidad. Se habla sobre las vivencias y penurias que pasaron las personas afectadas, tanto las víctimas como sus familiares y allegados.
El largometraje no sólo se centra en la ciudad, también ahonda en la propia enfermedad y lo que se ha sufrido hasta encontrar un punto en el que los afectados puedan tener una vida normal. El filme está dirigido por David Weissman y Bill Weber (The Cockettes).