La ciudad alemana de Wismar vive de una empresa constructora de barcos, Wadan Yards. Un oficio que ha pasado de generación en generación y que ahora es propiedad de un empresario ruso. Éste compró la empresa poco antes de que estallara la grave crisis económica en toda Europa. 'Mi fábrica' sigue el día el día de unos 5.000 trabajadores que, debido a la situación, pueden perder su puesto de trabajo.