Soy la primera que no tenía muchas expectativas en la propuesta, me parecía una versión light de zombis para adolescentes, sin mayores pretensiones, ya que saber que no es una cinta de terror resulta evidente al visionar el tráiler. Para mi sorpresa, la historia ha resultado más que digna, la forma como está contada, con la voz en off del protagonista expresando sus pensamientos, engancha de inmediato. Es tremendamente cómico oír sus pensamientos, como siente cierto desdén por sus compañeros zombis y como la sola presencia de Julie le deja completamente desarmado, con frases como “Joder, deja de mirarla, pareces un psicópata”. La fluidez de sus pensamientos contrasta de una forma divertida con su torpeza al expresarse verbalmente, ya que los zombis solo gruñen, pero el poder del amor también conseguirá cambiar eso.
Reconozco que no tengo un gran conocimiento de la cultura zombi, estoy en el nivel básico, “Primero de Zombi”, pero soy capaz de darme cuenta que R no es un zombi al uso, por ejemplo, le gusta escuchar música en vinilo, “suena más… viva”. No esperemos lógica, si nos ponemos estrictos no duramos diez minutos en la sala, de dónde saca R la sangre o vísceras o lo que sea con lo que mancha a Julie para camuflar su olor, ¿lo lleva en el bolsillo de la sudadera?, ¿lo coge de su propio cuerpo?, los muertos no sangran hasta ellos lo dicen en un momento de la película. Por otro lado, ningún zombi ha escrito un manual de comportamiento, así que, ¿quién dice que es lo correcto y que no? Claro que los puristas del terror y del universo zombi no serán tan flexibles como yo, es comprensible, no esperéis un baño de sangre y continuas escenas de acción entre zombis y humanos. Hay acción, hay lucha y hay zombis comiendo cerebros, pero esto es una comedia romántica, no lo olvidéis.
Referencias y guiños a otras míticas películas hay muchos, incluidas las cintas de George A. Romero. Toda la esencia de R parece inspirada en Eduardo Manostijeras, su palidez, las cicatrices, el sentirse diferente, el enamorarse de quien no debe y por si todo esto no es suficiente, en un momento de la película, Julie decide maquillarle para que pueda pasar desapercibido entre los humanos. La cabina del avión que sirve de refugio a R, lleno de objetos de lo más variado que recoge en sus salidas por la ciudad y donde lleva a su amada para que se sienta segura, recuerda mucho a WALL-E.
Pero la que más me ha gustado ha sido cuando R, cual Blancanieves, deja atrás su condición de no muerto gracias a un beso de amor.
Gracias a los amigos de SensaCine por permitirme verla una semana antes del estreno oficial.