En Hong Kong las ansias por prosperar y forjarse una cuenta de ahorros muy saneada se convierten en el leitmotiv de muchos habitantes. Por eso no es de extrañar que la especulación se convierta en el camino transitado por muchos inversores; tanto trabajadores de salario medio, como aquellos de alto rango… Todos pueden jugar a la bolsa y ver crecer sus beneficios sin esfuerzo.
La trama de Life Without Principle se basa en estos principios. En el film se nos muestra cómo la vida de tres ciudadanos que merodean por diferentes motivos en torno a las inversiones, da un giro brusco en solo tres días, encuadrados en el contexto de la crisis financiera actual. Teresa trabaja como consultora en un gran banco pero tiene sospechas de que pronto la despedirán. Para evitarlo tiene que convencer a toda costa a algunos de sus clientes para que depositen sus ahorros en inversiones de alto riesgo, aún a sabiendas de que su devolución no es segura. Connie (Myolie Wu), esposa del inspector de policía de policía Cheung Jin Fong (Richie Jen), quiere adquirir una vivienda de lujo con vistas al mar y, tentada por las innumerables ventajas que le ha detallado la asesora Teresa, convence a su marido para invertir una suculenta parte de sus fondos en este tipo de bonos de riesgo. En mitad de esta historia está Buzzard, un matón que se dedica a saquear las cuentas de algunos inversores aunque para ello tenga que matarlos.
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