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    Turbo
    Críticas
    3,0
    Entretenida
    Turbo

    Cyborg caracol

    por Paula Arantzazu Ruiz

    ¿Un caracol que quiere competir en las 500 millas de Indianápolis? ¿Nos hemos vuelto locos? La premisa de Turbo, la nueva cinta de animación de Dreamworks, lleva el clásico relato de superación -marca Disney- más allá de su límite: ¿alguien se cree que un caracol puede correr en la carrera más popular y más dura del circuito de motor estadounidense? Pues bien, si Pixar hizo de una rata el chef más reputado de París en Ratatouille, DreamWorks y David Soren, director del trabajo que nos ocupa, apuestan a ciegas por su caracolillo de color naranja obsesionado con la velocidad y las carreras. Y no les sale mal la jugada.

    Aparte de los clásicos estereotipos de esta clase de películas (el protagonista como el diferente/ marginado en la comunidad en la que vive, el descubrimiento de otros mundos en los que encajar, el descubrimiento de otras personas que confían en el potencial del personaje principal, etc.), Turbo destaca por dos o tres cuestiones que podrían pasar subrepticiamente. Para empezar, Turbo es una película enteramente realizada para el público latino estadounidense. No sólo por el cast de voces que en su versión original protagonizan el reparto (Michelle Rodriguez, Michael Peña, Snoop Dogg), sino porque, a diferencia de otros productos del género animación mainstream, ellos son los verdaderos protagonistas, los que acogen y dotan de entereza al personaje principal. La verdadera identidad. Turbo dejará de ser un caracol “de jardín” burgués (con todo lo que ello connota) para transformarse en un caracol de extrarradio, tuneado, un Cyborg-caracol único en el mundo y único sólo porque ha abandonado la acomodada vida suburbial para abrazar otra vida, quizá no tan de postal, pero sí más auténtica.

    Elogio del extrarradio, del tunning y de ciertas identidades freaks, Turbo también pone en escena el flechazo de nuestra sociedad con la velocidad de la información. Divertidísimo, en este sentido, el sketch en el que la prueba de Turbo en el circuito de Indiánapolis se convierte en un clip tan popular en las redes sociales que consigue introducirlo en la línea de salida de las 500 Millas. Información viral, bebidas energéticas, neones fulgurantes y música autotune: Soren maneja bien el material con el que trabaja y consigue pensar en la velocidad en términos poco habituales para una cinta dirigida al público infantil.

    A favor: Los caracoles tuneados. Thumbs up.

    En contra: Le sobra algo de condescendencia con los personajes humanos. Y el doblaje.

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