Ser Spiderman “mola”, dentro del top de superhéroes es el más divertido, Batman no tiene super poderes y pese a que le sobra el dinero y vive rodeado de lujos, tiene una continua infelicidad interior que lo zambulle en un incesante estado de melancolía, tan oscuro como su traje y Superman, es demasiado perfecto, no suele cometer errores, tiene una moral intachable, es una especie de “Flanders” con super poderes, pero, Spiderman es más juguetón, tiene poderes y parece que se divierte trepando por las paredes y saltando entre rascacielos cual Tarzán con sus lianas.
Marc Webb es un director estadounidense que comenzó su carrera por el año 1997, empezó dirigiendo videoclips y cortometrajes, logró alcanzar un gran prestigio como director de videos musicales, llegando a colocarse en la primera línea dentro del mundo de directores audiovisuales y trabajando con las mayores estrellas del panorama musical. Pero como director de cine lo pudimos ver en el 2009 con la película “500 días juntos”, ya en el 2012 dirigió The amazing Spiderman y ahora en el 2014 vuelve a la palestra con la secuela The amazing Spiderman: El poder de Electro. Marc Webb-Sam Reimi, Tobey Maguire-Andrew Garfield. En la primera parte de The Amazing Spiderman tenía muchas dudas acerca de su personaje, el recuerdo del Spiderman protagonizado por Tobey Maguire estaba todavía muy latente, quizás haya sido un espacio de tiempo demasiado corto para tantas tazas de caldo de tela de araña y sinceramente, la balanza se inclinaba hacia Tobey Maguire, pero en esta segunda parte, ha cambiado el peso de la balanza, el personaje interpretado por Andrew Garfield me ha resultado mucho más cautivador, más divertido y juguetón e incluso algo bohemio.
Esta segunda entrega tiene un indudable peso emocional, los actores consiguen estar a la altura y consiguen contagiar esas emociones, pero tanto en los momentos divertidos como en los más trágicos, la carga de la historia va enfocada a las relaciones entre los protagonistas. El personaje de Jamie Foxx me ha resultado excesivamente estrafalario, debía de haber mostrado un pequeño foso de maldad en algún rincón de su caricaturesca apariencia, mejora cuando se produce la conversión, pero hasta entonces se me ha antojado demasiado ridículo. No me ha gustado nada, ni su papel, ni su interpretación, carente de cualquier tipo de gracia o personalidad. Emma Stone está correcta haciendo un papel que le va a las mil maravillas, chica que hacer perder la cabeza al mismísimo Spiderman, el personaje de Dane Dehaan haciendo de Harry Osborn es de los más destacados, con flequillo hitleriano incluido, perfecto en toda interpretación a lo largo del film, con esa mirada hundida y esa expresión de amargura permanente, ha sido la elección perfecta, ya me gustó en Chronicle (2012), ahora vuelve a estar a la altura de las expectativas. Aprueba Sally Field y Paul Giamatti no me dice absolutamente nada.
La película se me ha hecho larga, no me he enredado en la red tejida por la araña, me he enredado en todo ese intercalo de tramas que existe entre tanto abyecto, muchos villanos en una sola parte, demasiados frentes abiertos que en lugar de adjudicar fluidez al film lo que hacen es empachar creando una gran pelota que cuesta digerir, las escenas aéreas y las de acción, consiguen dilatar el estancamiento de la trama y consiguen con acierto que de nuevo centremos nuestra atención en el film. No sé si Nolan ha hecho daño al mundo del cine con ese “Batman” tan rotundo y definitivo, quizás ahora todos intentan ofrecernos una visión más profunda de cada uno de los superhéroes atisbando la magnífica obra de Nolan. En cualquier caso, es una película que cumple con las expectativas, es una cinta entretenida, que logra ofrecernos un Spiderman más intenso emocionalmente pero que pierde por el camino algo de mordiente, debido al peso de la historia de amor entre él y la protagonista femenina (Emma Stone).
Realmente mi superhéroe favorito siempre fue Superman, era muy fácil decantarse por él, simplemente era el más fuerte y encima podía volar, aunque Nolan ha elevado a Batman a otro nivel, no por las virtudes del superhéroe, sino por el gran nivel de su trilogía, un recuerdo tan grato que no puedo evitar tenerle un cariño especial. Así que el tercero en discordia sería el raudo “Hombre Araña”.