Bigger, faster and louder
por Clara RodriguezSuperado con éxito el reboot de hace un par de años que diera inicio a este nuevo “spider universo” fílmico orquestado por Marc Webb y que está inspirado, libremente, en la línea de cómic “Ultimate Spider-Man” creada por Brian Michael Bendis (guión) y Mark Bagley (dibujo), llega ahora esta secuela bigger, faster and louder dispuesta a multiplicar las virtudes del film precedente. Recordemos que tanto la línea Ultimate así como el concept-art de The Amazing Spider-Man (2012) posee unos parámetros estéticos bien delimitados: protagonistas más jóvenes, dialéctica teen, una espectacularidad a prueba de bombas eléctricas y una carga dramática que otorgue trascendencia a la obra. En definitiva, un Spider-Man juvenil destinado a gustar por igual a los fans de Los juegos del hambre (2012), a los de la (incontestable) trilogía dirigida por Sam Raimi y a los lectores de cómics en general.
The Amazing Spider-Man fue el chupinazo de salida, pero esta secuela trata de ser el particular Los Vengadores (2012) del cosmos Hombre Araña. Una película-raíz de la que surgirán futuros títulos tanto por la parte troncal –ya hay confirmadas dos nuevas películas de Spider-Man- como todo tipo de proyectos paralelos –se habla de una película para Los Seis Siniestros y de dar a Veneno su propia saga-. Por ello acumula en su metraje sin ningún pudor todo tipo de probables futuras líneas argumentales: tres villanos de peso (Rino, Electro, El Duende Verde), el thriller conspiranoico que versa sobre la figura del padre de Peter Parker, el film romántico más expositivo enmarcando la historia de amor entre Peter y Gwen Stacy, la alucinante y enmudecedora película de acción cargada de imágenes de lo más excitante y… un etcétera de lo más sugestivo.
Una acumulación de recursos dramáticos tan estilizados como la propia flexibilidad del héroe principal que acaban por dar forma a una obra tan vibrante como inquietante, que funciona en el plano dramático de forma muy superior a su predecesora. Aunque si por algo merece la pena zambullirse en este festín de imágenes es por todos y cada uno de los enfrentamientos entre Spidey y los supervillanos de turno –especialmente en las peleas con Electro, un hombre capaz de vaporizarse en chispas-. Una prueba más de que el cine de superhéroes está en su mejor momento posible. Y que no pare la música.
A favor: Electro
En contra: Algún subrayado innecesario