No es "Midnight in Paris", pero tampoco la peor de Allen. Pero sigue siendo Allen. Roma versión tarjeta postal. No soporto Roberto Benigni, lo siento, no entiendo como se convierte en estrella de la noche a la mañana. En su conjunto divertida.
Igual que a otros les ha dado por las sagas de superhéroes a Woody Allen le ha dado ahora por hacer de su trabajo un pretexto para hacer turismo. Lo bueno es que lo reconoce y que nosotros seguimos yendo a ver sus películas porque siempre es preferible un tópico de Woody antes que un martillazo de Thor. La película en sí no es gran cosa. Cuatro historias más o menos adortunadas que, pese a lo que he leído en alguna crítica, no se cruzan. La sátira sobre la fama es muy floja y queda por completo en manos de Benigni, pero el estereotipo de la actriz pretenciosa y desnortada es genial. Me ha recordado a algunas amigas que incomprensiblemente me llegaron a fascinar cuando era más joven igual que al pobre arquitecto de la peli. Yo mismo utilicé el truco de los cuatro tópicos para intentar acercarme a ellas. Lo miro con perspectiva y me troncho.
Reconozco que con Woody no soy neutral, la película es, vamos a decir, previsible pero la imagen, la fotografía, el retrato de Roma, y algunas actuaciones, entre ellas la de Baldwin son algo por lo que merece la pena verla.
Un poco aburrida, monótona, lenta, no es de lo mejor de Woody aAllen pero aun tiene su sello característico, como siempre la música y la fotografía lo mejor.
A pesar de ser fan de Woody Allen, la peli no me emocionó. Tiene su gracia para pasar una buena tarde, con puntos clásicos de sus películas, pero no es ni de lejos memorable.