Entretenido largometraje que consigue mantenerte la mueca de la sonrisa en la cara. Como el que reparte se queda la mejor parte, los mejores gags de la película son los que interpreta Woody Allen. El resto del reparto cumple bastante bien su papel, personalmente me quedo con el papel que interpreta Roberto Benigni, no hay duda que Woody Allen y permítanme la metáfora es como un seleccionador de futbol que selecciona a los actores y actrices más en forma del momento para cada largometraje que dirige, eso no quiere decir que siempre acierte. También hay que decir que ha sabido aprovechar las hermosas localizaciones que da la ciudad eterna. El repertorio escogido para la banda sonora también habría que considerarlo un acierto. Allen nos vuelve a mostrar otra comedia romántica con toques surrealistas en una ciudad con encanto.