Morir en familia
por Eulàlia IglesiasLos periodistas asiduos a festivales sabemos que los matices en la crítica de una película muchas veces vienen dados por el contexto de programación en que la has visto. Un film que no te funciona en Cannes, de repente cobra sentido en Sitges. La apreciación de 'Stopped on Track', presente en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes 2011, por ejemplo, se vio afectada por la comparación con otras películas proyectadas en ese mismo certamen que trataban un tema similar de forma mucho más interesante: 'Declaración de guerra' de Valérie Donzelli y 'Restless' de Gus Van Sant demostraron que se puede rodar una película sobre una persona afectada de una enfermedad mortal sin necesidad de caer en el drama puro y duro, y recurriendo a elementos inesperados extraídos del musical, la sensibilidad pop, la comedia o la cultura emo.
Pero la sutileza, la oblicuidad, la fuga poética, la levedad o la pasión son conceptos que no maneja el cineasta alemán Andreas Dresen, que apuesta por una aproximación rigurosamente realista, frontal y cotidiana a la agonía de un padre que, afectado por un tumor en el cerebro, pasa sus últimos días junto a su familia. Sería injusto no reconocerle al film el esfuerzo por transmitir este calvario de dolor sin posibilidad de final feliz evitando las recreaciones dramáticas e incluso empapando la historia de todo el calor humano posible. 'Stopped on Track' pone de manifiesto que no resulta nada fácil asumir la propia muerte o la de un familiar próximo... información que no le vendrá de nuevo a cualquier persona que haya pasado por un trago similar. El problema de 'Stopped on Track' es que su principal mérito recae en, simplemente, mostrar algo con lo que supuestamente el cine comercial se siente incómodo (opción que llevan al paroxismo la mayoría de los colegas austríacos de Dresen, de Michael Haneke a Ulrich Seidl pasando por Jessica Hausner, encantados de enseñar enfermos, agónicos, cuerpos maltrechos, ese hilillo de saliva que se escapa por la comisura de unos labios...). Pero con tratar un tema molesto no basta...
A favor: El trabajo interpretativo de Milan Peschel.
En contra: ¿A quién recomiendas una película así?