Nota media
3,7
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¿Tu opinión sobre El vuelo (Flight) ?
2,5
Publicada el 10 de febrero de 2013
El vuelo (Flight, USA, 2013), de Robert Zemeckis.

Después de diez años dejándose seducir por el cine de animación mediante la técnica de captura de movimiento, Robert Zemeckis regresa a la imagen real con esta irregular película que, bordeando el cine de catástrofes (la secuencia del accidente de avión inicial es prodigiosa por el uso de la tecnología al servicio de la narración, donde jamás se pierde el punto de vista del piloto protagonista), contiene un atractivo retrato de las repercusiones personales, profesionales y legales del consumo indiscriminado de alcohol y drogas supone para Whip Whitaker, el experimentado piloto civil interpretado por Denzel Washington. Pese a vivir su particular descenso a los infiernos bañado en alcohol y droga (suministrada esta última puntual y profesionalmente por su amigo el camello Harling Mays, interpretado con su extravagancia habitual por el genial John Goodman), Whitaker logra salvar a 96 de los 102 pasajeros del avión que cubre el vuelo regular de Miami a Atlanta, gracias a su pericia profesional (superando inclemencias metereológicas y evitando aterrizar en medio de una población con las repercusiones añadidas que hubiese conllevado) y pese al fallo mecánico del aparato.

El reconocimiento a su heroísmo rápidamente da paso a la mayor de las pesadillas, pues, a la vista del resultado de la prueba toxicológica, que otorga el resultado positivo en sangre al consumo de alcohol y cocaína, recaerá sobre él todo el peso de una implacable investigación de la NTSB (National Transportation Safety Board, algo así como sistema de seguridad en el transporte nacional), una agencia federal independiente encargada de realizar la perceptiva investigación de cada accidente de la aviación civil.

Zemeckis y su guionista John Gatins, juegan de manera honesta. A Whip lo vemos desde el comienzo del film esnifar unas rayas de cocaína y beber compulsivamente en una habitación de hotel, después de pasar la noche con la espectacular azafata Katerina Marquez (Nadine Velázquez) y poco antes de llevar los mandos del mencionado vuelo regular. La osadía del piloto es mayúscula, cuando al mismo tiempo que da pautas del vuelo a los pasajeros, vierte el contenido de dos minibotellas de bodka en una plástica de zumo de naranja que se lleva a la cabina.

La otra pericia profesional a la que asistimos en la película es la del abogado criminalista Hugh Lang (Don Cheadle), letrado designado por la compañía aérea para la supervisión de las posibles repercusiones penales para el piloto protagonista. Lang consigue la nulidad de la mencionada prueba toxicológica. Al no explicarse nada sobre el hecho de que la extracción de sangre se haya efectuado hallándose Whitaker convaleciente, nos lleva a pensar claramente que dicha cuestión estaba resuelta contractualmente. Las claves para el éxito de la cuestión técnica de la nulidad, de notable interés legal, es doble. En primer lugar, que el aparato en el que se realizó la prueba, no ha pasado los oportunos controles con la periodicidad reglamentariamente establecida (todos los aparatos digitales que se utilizan para la práctica de pruebas preconstituidas como éstas, necesitan imperativamente superar unos rigurosos controles periódicos, que deben ser certificados de manera adjunta al resultado de la prueba). En segundo lugar, resulta igualmente determinante, la utilización para dicho test, de una sustancia que objetivamente puede aumentar el nivel de alcohol en sangre, sin que realmente lo haya, arrojando incertidumbre en el resultado.

El resultado igualmente positivo en la prueba toxicológica realizada a una muestra de sangre extraída del cuerpo de la azafata Velásquez, fallecida en el accidente, brinda una apetitosa defensa exculpatoria al piloto protagonista. Whitaker se enfrenta a un contundente dilema moral ¿reconocerá ante la comisión de investigación de las causas del accidente su consumo de alcohol y drogas, o, por el contrario, mentirá, dejándose llevar por los consejos de su abogado que le ha allanado el camino?. En un país como España, donde la cultura de mentir está completamente instaurada, donde toda persona acusada posee el derecho constitucional a no confesarse culpable, y a no declarar contra sí mismo, donde hasta los testigos, carentes de tales prerrogativas, suelen faltar a la verdad (los tribunales consideran la prueba testifical como un medio de prueba devaluada y desprestigiada), es bastante probable que el piloto protagonista no sintiese el menor dilema moral. Simplemente mentiría para conservar su status y salvarse. Distinto es el mismo caso en un país tan puritano como EEUU, donde el derecho se aplica con otras filosofías. En dicho país mentir en el seno de una investigación administrativa o criminal puede conllevar serias repercusiones añadidas al problema en sí. La gran paradoja es que Whip Whitaker es un gran piloto. Los técnicos de la comisión concluyen al unísono que fue realmente su destreza la que evitó que el desastre fuese mayor.

Tan atractivo planteamiento, no se ve del todo recompensado a lo largo de 138 interminables minutos, decididamente irregulares. El personaje femenino de Nicole, pese a estar correctamente interpretado por Kelly Reilly, funciona como un tan previsible como prescindible asidero emocional del protagonista principal. Se supone que su función narrativa culmina al llevar a Whip hasta una reunión de Alcohólicos Anónimos, que abandona en mitad de la exposición de uno de los miembros, donde explica cómo mentía a todo el mundo acerca de su adicción. La realidad es que el personaje de Nicole, sólo sirve para alargar innecesariamente el film, con su tragedia personal, donde se pretende conseguir cierta sordidez tan sólo sólo con colocarle algunos tatuajes a la actriz, así como por su pasado como actriz porno con el que sufragaba su adicción.

Otra de las secuencias que pretende sacudirnos emocionalmente, es aquella que transcurre en las escaleras del hospital donde, para fumarse un cigarrillo, coinciden por primera vez Whip y Nicole. Enseguida se les une un joven demacrado gracias a las sesiones de quimioterapia que recibe (magnífico James Badge Dale), arrastrando consigo una sonda. El jóven les pide un cigarro, aprovechando el instante para reflexionar sobre la vida en general, manifestando que le encantaría embotellar la indescriptible sensación de seguir vivo. En sí, como secuencia aislada, funciona muy bien, pero tampoco se justifica su importancia o necesidad en el recorrido emocional del protagonista.

Zemeckis se desenvuelve mejor a la hora de filmar la vista de la comisión de investigación, donde el piloto protagonista debe someterse al inquisitivo interrogatorio de la instructora de la comisión, la abogada Ellen Block (excelente, como siempre, Melissa Leo), secuencia que recuerda a una audiencia similar que tenía que pasar el personaje de Eleanor Arroway (Jodie Foster) en Contact (USA, 1997), también de Zemeckis. El problema es que se tarda mucho en llegar a esta escena.

El resultado definitivo es una aguda y nada complaciente reflexión relativa a la importancia personal de decir la verdad y hacer lo correcto pese a las consecuencias. Afortunadamente, se nos ahorran histriónicas y sórdidas secuencias-numeritos de alcoholismo y drogadicción, pero la obra se halla plagada de escenas innecesarias, que no justifican su ensamble al conjunto, ni la desmedida duración final. La película se beneficia, sin duda, de un trabajo actoral muy sólido, donde el protagonista Denzel Washington, excelente, está arropado por un eficaz elenco de magníficos actores secundarios. A los mencionados previamente, hay que añadir el nombre del sensacional actor canadiense Bruce Greenwood (actor fetiche del cineasta de origen armenio Atom Egoyan) en el papel de Charlie Anderson, amigo del protagonista y líder del sindicato de personal de la compañía aérea que debe hacer frente a las consecuencias del accidente.
waeri

400 usuarios 62 críticas

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4,5
Publicada el 9 de febrero de 2013
Después de ver el film y tras leer las críticas de los espectadores, llego a dos conclusiones: primero, las opiniones son como los traseros (por ser educado), ya que todo el mundo tiene uno, genial declaración de Harry El Sucio. Dos. La profusión de tabletas, videojuegos, efectos especiales de tipos tirando rayos, y monstruitos creados por la informática ha tenido efectos devastadores sobre el cerebro humano, sobre todo cuando uno lee la respetable crítica de nuestro buen crítico de Sensacine. Los efectos devastadores de las pantallas LED han producido mutaciones en un tiempo récord y han insensibilizado determinadas áreas cerebrales, que sólo se activan con una persecución pasteurizada, explosiones y águilas gigantes rescatando enanos de su absurdo final.
Zemeckis es uno de los alumnos aventajados de Spielberg que probablemente hayan superado incluso al maestro. En este film, se atreve a retratar al anti-héroe hasta el punto de que el espectador (al menos el espectador en el que aún quiero creer) empatiza con un tipo que a todas luces la sociedad juzgaría como detestable. Pero claro, la excelente secuencia inicial del accidente sólo dura veinte minutos, y las áreas cerebrales de la mayoría de los espectadores se apagan. Lo mejor de la película viene después. No antes. Un Denzel Washington al borde del abismo tratando de mentir para no arruinar su carrera. Probablemente, si no hubiera estado colgado hasta las cejas, no habría salvado a la mayoría de los pasajeros. Hay escenas memorables en esta película, como el encuentro de Washington con el gabinete de la propia aerolínea y los comentarios de su jefe, el contenido papel de Don Cheadle, el simpático (aunque superficial) papel de John Goodman, o las reacciones de alguno de los tripulantes supervivientes (véase la escena de Washington en el hospital cuando visita a su copiloto).
Pero claro, la película es lenta para los mutantes cerebrales, no tiene acción, no tiene nada, es poco menos que una m... cuando en realidad lo tiene todo. Es una lástima. A la gente no le interesan las buenas historias, solo atontarse con filigranas del todavía más. Si una película como Flight pasa desapercibida (como ocurre con otros filmes que los espectadores que quizá lean esto jamás verán, como The Hunter, de Willem Dafoe), es que desgraciadamente estamos asistiendo a la muerte del cine. Algo que ha comentado un tipo que hacía buenas películas de acción como Zemeckis.
3,0
Publicada el 10 de febrero de 2013
Sus 10 primeros minutos inesperados, espectaculares y rompedores no compensan las 2 horas y pico de aburrimiento y pastel en lo que va decayendo la película, con una trama propia de una TV Movie de miércoles por la tarde que aunque remonte un poco con un buen final, no compensa.
Lo mejor: John Goodman. Ha hecho ameno este tostón.
5,0
Publicada el 2 de febrero de 2013
Muy buena: me ha sorprendido. Es una pelicula con doble moral. Me ha cautivado desde el principio y con un buen final. Denzel esta sobresaliente.
2,5
Publicada el 1 de febrero de 2013
Para mi no ha sido una gran peli. Pasan muy pocas cosas, merece la pena por Denzel Washington, por lo demas ni fu ni fa.
cporty

88 usuarios 38 críticas

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2,5
Publicada el 28 de enero de 2013
Los primeros 15 minutos son de una gran acción. A partir de ese momento, la historia cae en picado (y nunca mejor dicho). Periodos de la película en los que parece que no pasa el tiempo y buenos momentos de un Denzel aceptable. No considero que sea digna para una entrada de cine. Un argumento repetitivo y que no termina de
conectar con el espectador.
cine
Un visitante
3,0
Publicada el 28 de enero de 2013
La peli es Denzel, sin él pasaria por taquilla sin pena ni gloria como una más del monton. Se deja ver y consiguio toda mi atención de principio a fin, sobre todo al principio con ese pedazo de hembra. En general bastante bien, recomendable.
mcirez

15 usuarios 16 críticas

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2,5
Publicada el 26 de enero de 2013
La primera media hora es una película con acción, entretenida... luego, como dicen en su crónica, cae en picado convirtiéndose en un melodramático film moralista. El personaje protagonista resulta tan irreal como el final de la película.
2,5
Publicada el 21 de enero de 2013
Potente los 15 primeros minutos. A partir de ahí se mete en una espiral muy turbia poco agradable. Denzel Washington hace un muy buen trabajo, Don Cheadle es de lo mejorcito de la película y lo poco que sale John Goodman le da otro color a la película. Entretenida y poco más.
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