911, ¿cuál es su emergencia?
por Bibi RamosLos fans del cine de género tenemos siempre un rincón en nuestro corazón para Brad Anderson. Cineasta formado en la serie B ochentera más inteligente –esa que bebe por igual de John Carpenter que de Walter Hill-, poco a poco y de forma sigilosa ha ido conformando una carrera plagada de títulos de indudable interés: 'Session 9' –casa encantada-, 'El maquinista' –thriller onírico-, 'Transsiberian' –terror clásico europeo-, 'Vanishing on 7th Street' –cine post-apocalíptico-… además de poner su huella como director en capítulos de series clave del panorama televisivo contemporáneo, caso de 'Treme', 'Fringe' o 'The Wire' (entre muchas otras).
Pues bien el cineasta regresa ahora con un thriller espídico, más cerca de 'Asalto al tren Pelham 123' –Tony Scott que estás en los cielos- que del 'Speed' de Jan De Bont, que recuerda en título (y algo también en la forma) a la 'Última llamada' de Joel Schumacher y, en general, a todas aquellas películas de negociadores telefónicos del corte de 'Negociador' de F. Gary Gray. Protagoniza una maravillosa Halle Berry con el pelo crespado –muy 'Fringe' toda ella- adueñándose del 99% del tempo narrativo de la película, a base de planos cortos de sus ojos, su boca, sus manos… para perderse, vaya; a quién vemos siempre enganchada al pinganillo tratando de ayudar a una joven secuestrada dentro de un maletero en un coche en marcha (Abigail Breslin, la joven bailarina de 'Little Miss Sunshine').
Ejercicio de estilo que coquetea tanto con el terror de psycho-killer como con el thriller efecto-bola-de-nieve, 'La última llamada' es un menú de qualité para los que gustan de comerse un buen plato de adrenalina servido sin ningún tipo de zarandaja a modo de decoración. Aquí lo que tenemos es puro hueso, qué digo hueso, ¡puro tuétano! Directa, breve y efectiva, como deberían ser todas las películas.
A favor: Cada vez que el coche está en marcha.
En contra: El novio de la protagonista.