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    Somos los Miller
    Críticas
    3,5
    Buena
    Somos los Miller

    Familia disfuncional a la carta

    por Daniel de Partearroyo

    La periferia de la Nueva Comedia Americana sigue dando títulos humildes y distantes de las órbitas centrales de humoristas congregados en torno a núcleos estelares como Ben Stiller o Judd Apatow, pero igualmente valiosos y representativos de la buena salud y heterodoxa amplitud del género hoy en día. Un vistazo a las mentes creativas detrás de 'Somos los Miller' deja claras las filiaciones y el estatus de sus responsables: dirige Rawson Marshall Thurber (director de 'Dodgeball: Cuestión de pelotas', 2004) y escriben Bob Fisher y Steve Faber (guionistas de 'De boda en boda', 2005) con colaboración de Sean Anders y John Morris (guionistas de 'Jacuzzi al pasado', 2010). Lo bueno de la naturaleza modesta del equipo es que, como en sus anteriores películas por separado, no se ven obligados a sofisticar el discurso buscando respetabilidad académica, como Apatow en 'Hazme reír' (2009) o 'Si fuera fácil' (2012), ni a llevar al límite cabriolas conceptuales como es habitual en el dúo Adam McKay/Will Ferrell, sino que se limitan a construir una comedia divertida, eficaz y no demasiado atrevida pero llena de momentos de disfrute gracias al talento y la facilidad para la improvisación de sus intérpretes.

    Jason Sudeikis y Jennifer Aniston vuelven a coincidir tras 'Cómo acabar con tu jefe' (Seth Gordon, 2011), donde apenas cruzaban caminos, demostrando que ambos funcionan mejor cuando menos dirigidos están. Él es el protagonista, David, un camello de vida relajada y pocas ambiciones que, después de perder todo su dinero a causa de la peor excusa imaginable para poner en marcha el argumento, se ve obligado a aceptar la oportunidad que le brinda el magnate Ed Helms (no sacando todo el partido que podría al papel) de transportar un gran alijo de marihuana desde México. Para pasar la frontera a bordo de una auto-caravana sin levantar sospechas, David se diseña una típica familia modélica con lo que tiene a mano: la stripper Rose (Aniston, refulgente y encantada de la vida con su nuevo estatus de musa del humor cafre en vez de eterna novia de comedias románticas diluidas), un chaval de su edificio que acaba de ser abandonado (Will Poulter, el mayor descubrimiento físico de la cinta) y una adolescente que vive en la calle (Emma Roberts). Pese a que hay un buen trabajo de montaje y caracterización alternando posibilidades de lucimiento con set pieces cómicas para cada uno, los personajes a recordar serán la pareja de, estos sí excursionistas tan reales como caricaturizados, Nick Offerman y Kathryn Hahn; pletóricos e impagables ambos.

    Las comedias con familias disfuncionales de viaje por carretera tienen una rica tradición con títulos impepinables como 'Las vacaciones de una chiflada familia americana' (Harold Ramis, 1983) o '¡Vaya vacaciones!' (Barry Sonnenfeld, 2006), pero 'Somos los Miller' no busca excusas y va directamente al meollo del asunto explicitando la artificialidad de los lazos de unión entre sus personajes desde el mero punto de arranque argumental: la familia falsa que monta David tomando como referente un modelo ideal no existente es tan desastrosa como cualquier familia real. Aunque el filme no esquiva la "vuelta al orden" normalizada por el grueso de las comedias mainstream, sin importar la cantidad de blasfemias, insinuaciones de pederastia, besos orquestadamente incestuosos o coitos practicados sobre orejas que haya habido por el camino, gracias a un penúltimo volantazo argumental este caso puede entenderse como una burla explícita a dicha redención autoimpuesta. La ficción creada por David es tan inestable y disonante que resulta tan perfecta y verosímil como la mejor construcción que pudiera diseñar un programa de protección de testigos.

    A favor: Es absolutamente obligatorio quedarse a ver las tomas falsas que aparecen con los créditos del final.

    En contra: Lo de empezar la película con un montaje de vídeos graciosos de YouTube es de una pereza y desidia indefendibles.

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