Opiniones sobre Tierra prometida

Steve, el personaje de Matt Damon, es un hombre humilde y honesto, de verdad cree en los beneficios que el dinero va a traer a los granjeros, en plena crisis económica, de hecho, él mismo proviene de una pequeña ciudad de Iowa que dependía de una fábrica local y sufrió los estragos de la recesión económica cuando la fábrica cerró. Más de una vez le oímos repetir la frase “No soy un mal tipo”, sobre todo a Alice, y es que la llegada del ecologista y las preguntas impertinentes del profesor han convertido a Steve en el villano. Él es el mejor vendedor de la empresa y le acaban de confirmar un ascenso, pero los acontecimientos le llevaran a sufrir una crisis de conciencia.
Tierra prometida no sitúa McKinley en ningún estado en particular, fue rodada en un condado de Pennsylvania, lo que si hace es un tributo a la América rural mostrando casas, caminos y campos de aspecto rústico, sobrio y con encanto, de una manera elegante y algo triste. El guion puede sonar a panfleto ecologista, pero apunta más en el camino de como las grandes empresas intimidan y se aprovechan de los pequeños individuos, más en la línea de Erin Brockovich (2000). La película nos ofrece un par de giros narrativos interesantes, y si bien el primero es completamente inesperado y sorprendente, el giro final de los acontecimientos es poco creíble y resulta decepcionante.
Con la gran cantidad de talento delante y detrás de las cámaras, el resultado final de Tierra prometida debería ser mejor, aunque es precisamente por todo ese talento que merece un visionado.