El cineasta Veit Helmer es el encargado de dirigir esta producción alemana, rusa y kazaka.
La historia del film 'Baikonur' no es tan ficticia como pudiera parecer en un principio. En 1950 el propio Yuri Gagarin cayó con su cápsula en un campo cercano a Volga y encontró auxilio en una granja próxima de manos de una abuela y su nieta
El negocio de la chatarra espacial está muy extendido en Kazajstán. En pueblos como Karaganda, Kamenogorsk o Pavlodar, es muy frecuente que sus vecinos sueñen con que los restos caigan en un lugar cercano, con el fin de sacarles suculentos beneficios.
Las lanzaderas espaciales se encuentran normalmente cerca del mar, como es el caso de la base de la NASA en Cabo Cañaveral o de la agencia europea ESA, ubicada en la Guayana francesa. Sin embargo, la plataforma rusa Baikonur se encuentra en el corazón de Asia Central, sobre la estepa kazaka. De ahí que la caída de restos de naves y satélites no sea un fenómeno inusual para los habitantes de esta zona.
El fotógrafo noruego Jonas Bendiksen se ha dedicado durante gran parte de su carrera a recorrerse las estepas más remotas de la antigua URSS para fotografiar los trozos de metal provenientes de piezas complementarias de las naves.
Baikonur es, hasta ahora, el cosmódromo con mayor actividad de todo el Planeta. Desde aquí se lanzaron los primeros satélites y se avanzó en las telecomunicaciones. Desde aquí, el astronauta Yuri Gagarin emprendió su primer viaje al espacio.