INTERESANTE Y LIGERA ADAPTACIÓN DE CARRIE.
La historia de Carrie se remonta a mediados de 1974, cuando Stephen King empezó con su muy aplaudida carrera como escritor de terror y suspense al publicar su primera novela, "Carrie". Tal como King lo rememora en sus memorias "On Writing": "Mi mujer espió (entre las páginas) mientras vaciaba la papelera, sacudió las cenizas de cigarrillos entre las bolas de papel arrugado, las estiró y se sentó a leerlas. Quería que continuara con ello, me dijo. Quería saber el resto de la historia".
Dos años después, en 1976, Brian De Palma llevó con enorme éxito la novela a la gran pantalla, con una potente película protagonizada por una joven Sissy Spacek como la atormentada Carrie White y Piper Laurie como Margaret White, la madre demente (que obtuvieron sendas nominaciones a los premios Oscar), y que actualmente está considerada como un clásico del terror. Muchos años después, concretamente en 1999, se realizó una fallida secuela del clásico de De Palma titulada "La Ira (Carrie 2)"; y en 2002 un modesto remake realizado exclusivamente para televisión, que pese a tener un factura técnica pobre, era bastante entretenida.
Tras todas estás adaptaciones, en Hollywood durante años estuvieron planeando en llevar de nuevo a la gran pantalla a Carrie (incluso por un tiempo se llegó a la posibilidad de tener a Lindsay Lohan en el papel principal); hasta que el pasado 2012, contando con los recursos y la tecnología que evidentemente carecían en la década de los setenta, se fraguó está nueva adaptación de Carrie (2013).
Las comparaciones con la versión de Brian De Palma son inevitables, ya que esta nueva adaptación tiene una estructura narrativa casi idéntica, aunque está mucho mejor relatada; con un desarrollo de los personajes, tanto los principales como los secundarios, muy bueno, profundizando mucho más en sus motivaciones, el acoso escolar, el fanatismo religioso y en como Carrie va descubriendo sus poderes telequinéticos. Algo que hace que esta versión sea más cercana a la novela, a pesar de que en esta ocasión han trasladado los hechos a la actualidad, algo parejo a lo que han hecho con la sugerente serie de televisión "Bates Motel" (que cuenta los años mozos de Norman Bates, el asesino de "Psicosis", de Hitchcock, entre teléfonos móviles, smartphones, e internet), pero sin pasarse y manteniendo la esencia de la misma.
Me ha gustado mucho las interpretaciones de las dos actrices principales: Chloë Grace Moretz que demuestra tener un talento innato para la actuación, tras haber deslumbrado en películas como "Kick Ass" o el estupendo remake de "Déjame Entrar", y que da vida a una Carrie White apocada y triste; y también Julianne Moore que realiza una portentosa e inquietante interpretación como Margaret White, dándole empaque al filme. También se puede destacar la turbadora secuencia inicial del parto, además del rigor y seriedad que rezuma la película, dejando de lado ese humor diabólico de la primera versión; y como no, su excelente factura técnica, que cuenta con un presupuesto holgado, y que hace que los efectos especiales estén muy logrados.
Pero por contra, y aunque esté muy bien realizada, el clímax final se queda a medias... ya que a mi entender le falta algo más de mala leche y de ese estilo que sí poseía Brian De Palma. Pienso que con un director con una mayor personalidad hubiera podido sacarle mucho más jugo al filme; y eso que Kimberly Peirce es responsable de la muy recomendable "Boys Don't Cry", que nos contaba la impactante historia de Teena Brandon, una mujer que deseaba ser un hombre, y por la que Hilary Swank ganó su primer Oscar.
En definitiva, esta Carrie (2013) es una interesante adaptación del clásico de Stephen King, aunque algo descafeinada en su clímax final, que gustará bastante a las nuevas generaciones, aquellas que desconocen o no han visto el clásico setentero de Brian De Palma y no han leído la genial primera novela de King; pero que prácticamente no aporta nada nuevo a los que ya conocemos la historia.