Si por algo debe ser recordado este 2014 es porque ha sido el año en el que el gran parte del público se reconcilió con el cine español. Aunque luego llegaremos a la gala de los Goya del próximo 8 de febrero y los de siempre, se quejarán de lo de siempre, lo que nadie puede negar es que, prácticamente, todos los meses se han estrenado títulos patrios que han conseguido generar interés entre el público, empezando por 8 Apellidos vascos, siguiendo por La vida inesperada o Carmina y Amén y ya, en los últimos meses con El Niño, La Isla Mínima o Magical Girl. Precisamente, el último estreno español que llega antes de que se acabe el 2014 es una película que ha generado bastante expectación en los últimos tiempos: Musarañas.
Montse (Macarena Gómez) padece agorafobia por lo que vive recluida en su casa desde hace muchos años. Con ella vive su hermana pequeña (Nadia de Santiago) a la que ha criado en solitario desde que su madre murió y su padre (Luis Tosar) las abandonó. El encierro y los sinsabores de la vida, han llevado a Montse a convertirse en una persona obsesiva, desequilibrada y profundamente religiosa pero, un día, su universo saltará por los aires cuando su vecino Carlos (Hugo Silva) llama a su puerta pidiendo ayuda.
Sin haber visto Musarañas, para mí, ya tenía dos puntos a su favor: su género, el terror psicológico, y, sobre todo, su padrino, Álex de la Iglesia. Los que hayáis seguido la carrera de este director, sabréis que su cine puede ser calificado como de terror grotesco por lo exagerado de sus historias y de sus personajes. Además, independientemente del resultado final, lo que es innegable es que Álex de la Iglesia es un maestro creando atmósferas por lo que sí él decide dar su beneplácito a una cinta de terror es porque tiene que tener algo especial. Y Musarañas, lo tiene.
Musarañas es una cinta de terror psicológico que destaca por su atmósfera agobiante y por lo alocadamente excesiva que es. Musarañas se sustenta en la magnífica interpretación de sus dos actrices protagonistas, Macarena Gómez y Nadia de Santiago, que cumplen a la perfección con su cometido. Siempre he pensado que el físico de Macarena Gómez es muy apropiado para personajes extremos e incluso desequilibrados y, en este caso, el casting no ha podido ser más acertado ya que su rostro le va como anillo al dedo a un personaje tan volátil como el de Montse. Mientras, Nadia de Santiago, con su aspecto dulce, aniñado y, sobre todo, sereno, le da a Montse el contrapunto perfecto, tanto en los momentos más sosegados de la película como en los más tensos. Del resto de los actores, Hugo Silva, cumple y Luis Tosar, aunque se prodiga poco a lo largo de la cinta, impone como sólo él sabe hacerlo.
Sin embargo, lo que más va a llamar la atención es la intensidad de una película que, en ciertos pasajes, os recordará a Misery (Rob Reiner, 1990) pero sin perder de vista nunca que es una película made in Spain. Y por eso, porque es made in Spain y porque viene de la mano de Álex de la Iglesia, cuando llegue el momento de perder los papeles y tirar por el camino de la locura, lo hará, sin ningún pudor y disfrutando de todos sus excesos. Y creo que ese es uno de los grandes aciertos de Musarañas y la clave de su buena acogida porque, aunque desde el primer momento sabemos que va a llegar el estallido, cuando éste llega es tan tremendo que ninguno estamos preparados para lo que se nos avecina (ya me vale a mí con la bromita).
La verdad es que la última parte de Musarañas es una auténtica orgía de sangre, locura y desenfreno a la que, además, hay que añadir algún que otro giro de guión bastante sorprendente. Quizá alguno creáis que se les va la mano o que es todo algo forzado pero, para mí, es perfecto y creo que el ritmo de la película no es más que un reflejo de la propia personalidad de la protagonista: en un primer momento, más sosegado pero dando indicios de que se masca la tragedia y luego, cuando la bomba explota, los acontecimientos se precipitan porque ya no hay marcha atrás.
Musarañas es una estimable película de terror psicológico que se beneficia enormemente del patronazgo de Álex de la Iglesia y que reposa en las soberbias interpretaciones de sus actrices protagonistas. Hay situaciones un poco forzadas y, en ciertos momentos, el guión está cogido con alfileres pero el resultado general es tan satisfactorio que creo que es una película perfecta para cerrar el que ha sido un año tan destacable para el cine español. Recomendable para todos los que disfrutéis con películas de terror atmosféricas, con las interpretaciones intensas y físicas y con las tramas excesivas.
PD: este es el primer largo de los directores Juanfer Andrés y Esteban Roel. Lo suyo es que tanto ellos como las actrices protagonistas recibieran alguna nominación a los premios Goya porque se lo han ganado a pulso. En cualquier caso, espero con ganas el siguiente proyecto de estos directores que, por ahora, tan sólo han dirigido un corto llamado 036.