A finales de 1999, en los albores del nuevo milenio, Francia parece estar invadida por la tristeza. Sin embargo, al sur, en un pequeño y adorable pueblo encaramado en grandes colinas conocido como Espigoule, los habitantes parecen no ser conscientes del cambio, continúan con sus rutinas porque para ellos nada va a cambiar. El cineasta Christian Philibert regresa al pueblo en el que creció para filmar a los habitantes durante un año. Además de captar el rodeo anual de cabra de Espigoule y las celebraciones del Año Nuevo, ahonda en las vidas de los lugareños, mostrándole al espectador la columna vertebral de una noche de grandes emociones. Algunos vecinos, emocionados con el documental, muestran sus talentos (pintura, piano, teatro). Los actores que aparecen en el largometraje son los propios ciudadanos de Espigoule.
Christian Philibert cuenta en su filmografía con otros títulos como 'Travail d'arabe' (2003) y los cortometrajes 'Les promesses' (1995) y 'Le revanche de M. Seguin' (1995).