Crítica de SensaCine.com para El viaje de Arlo: De dinosaurios y relatos iniciáticos

El viaje de Arlo parte de la premisa de qué pasaría si los dinosaurios no se hubieran extinguido y hubieran evolucionado hasta compartir la Tierra con los humanos, pero al verla una se pregunta si en realidad la animación por ordenador no ha sido creada antes que la animación normal, si el píxel no hubiera existido en verdad antes que el pincel. El nivel técnico de esta segunda película que Pixar estrena en 2015 (es la primera vez en sus 20 años de historia que la compañía lanza dos largometrajes en un mismo ejercicio) es de un naturalismo abrumador y ya desde la primera imagen irrumpe la duda: ¿es o no es animación lo que tenemos delante de nuestros ojos?

Por eso es probable que el contraste entre esa naturaleza “casi” real (los teóricos sobre la verosimilitud de la imagen y la técnica digital tienen en El viaje de Arlo un inmejorable ejemplo que discutir) y los personajes de la película, el miedica Arlo (a veces demasiado) y ese pequeño troglodita llamado Spot que tiene visos de convertirse en otro gran icono de la casa, pueda parecer algo forzado. Tratar de poner en un mismo plano imágenes que aspiran a tocar lo real con otras que se muestran abiertamente artificiales, como sucedía por ejemplo en Mary Poppins, es una tarea ambiciosa y en este sentido cabe aplaudir al equipo dirigido por Peter Sohn. Además, era complicado superar los haces de luz que modulan las formas de los sentimientos de Del revés (Inside Out) y con este trabajo han alcanzado cotas de belleza más que impactantes.

Ahora, cabe adelantar a los acérrimos de la compañía que El viaje de Arlo es una película que ha dejado aparcados en el camino los guiños al público adulto: es quizá de las cintas más infantiles de toda la trayectoria Pixar, para bien y para mal. En la historia de Arlo y su viaje de vuelta a casa encontramos ecos de grandes historias Disney como El rey león o incluso Dumbo (los dinosaurios alados malvados son sensacionales), trabajos, por cierto, que también hablan de una pérdida y de un reto que supone crecer a nivel personal, aunque a veces el argumento no se separe ni un milímetro del esquema Lassie vuelve a casa. Los padres que disfrutaban en las sesiones infantiles gracias a los filmes de la casa que no se lleven las manos a la cabeza todavía: el personaje de Spot y una inspiradísima escena lisérgica les harán despertar más de una sonrisa.

A favor: Spot es un gran personaje.

 En contra: Convertir el mundo de los dinosaurios en una suerte de película del oeste con dinos que gastan acento texano.