En el Festival de Locarno en 2011 se alzó con el Premio Especial del Jurado; y en 2012 en BAFICI como Mejor película y Mejor director.
Según declaraciones del director, “para mí la película fue prácticamente censurada porque la limitaron a 18 años de edad. Hubo un escándalo en la prensa y tuvo que intervenir el ministro de Cultura. Consideraron que podía transmitir malas ideas a la juventud de Israel.”