Durante esta semana he tenido la oportunidad de ver dos películas: el Ultimo desafío, de nuestro amigo Arnold, y Mama. La primera fue un fracaso en taquilla. La segunda lleva 78 millones de dólares en todo el mundo y ha sido alabada hasta por la crítica más severa, caso de El País, que normalmente crucifica las películas de género.
Pues bien, Mama es un pequeño bodrio con un increíble tercer acto por lo pésimo e irrisorio que resulta, que solo deja algunas notas interpretativas de las dos niñas (sin duda lo único que se puede salvar).
Es un bodrio porque lo hemos visto cien mil veces. Los cuentos de fantasmas de personas que salían de algún orfanato o institución mental, que fueron objeto de una injusticia, bla, bla, y que dejan su espíritu errante en busca de redención; el cliché manido y cien mil veces visto del psiquiatra que está obsesionado con su paciente, y que por supuesto la palma, como no podía ser de otra forma; lo previsible de los personajes que cuando aparecen en pantalla se enciende una lucecita en la cabeza que te dice "este la palma, como el médico"; la moralina del final, que trata de acercarnos a las comprensibles causas del fantasma, que es muy malo pero en realidad pobrecito es que sufrió mucho; la explicación racional que nunca llega cuando hablamos de causas sobrenaturales, a pesar de que la película trata de prometernos que todo tiene una explicación; los errores de guión que se notan tanto que hasta molestan ya que ni siquiera se molesta en explicarnos lo absurdo. Si usted, querido lector, se queda en coma en un hospital, y luego despierta con una premonición, ¿por qué demonios se le ocurre salir del hospital para adentrarse en el bosque en vez de volver a casa? Y un larguísimo etcétera.
La cuestión es que una película pasable como la de Arnold pasa desapercibida, mientras que esta colección manida de tics de películas de terror de sobremesa tiene éxito de audiencia. ¿Por todos los demonios? ¿Qué esta sucediendo? Es posible que los nuevos espectadores no hayan visto jamás una película de terror y se queden alucinados, o que jamás leerán a alguien como H.P Lovecraft. Francamente no lo entiendo. Alquilen, por favor, La huérfana, del español Jaume Collet-Serra, uan película excelente, y comparen con Mama. Y luego escriban cual le ha gustado más. Os lo agradeceré.