Cuatro mujeres diferentes pero a las que les une un sentimiento de culpa común: el infanticidio. Las cuatro se encuentran internadas en un hospital judicial psiquiátrico, pero además de tener que pagar por un delito delante de la justicia, tendrán que expiar sobre todo una culpa más grande a nivel interno después de haber realizado un acto que les acompañará toda su vida. Las cuatro tendrán que convivir con sus propios fantasmas y solo se tendrán las unas a las otras para aliviar su sufrimiento en medio de confesiones que sacarán de ellas toda la frustración que sienten y que no saben cómo canalizar.
La protagonista, Clara (Andrea Osvárt, Aftershock) es incapaz de expresar sus emociones y todo se lo quedará dentro; Rina (Chiara Martenagi) es una niña-madre que ahogó a su bebé en la bañera para practicarle la eutanasia; Eloísa (Monia Barladeanu, Díaz: No limpiéis esta sangre), apasionada y directa, continúa negando lo que hizo y Vincenza (Marina Pennafina), a pesar de la fe religiosa que siente, será la única que intente suicidarse.
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