Tom Sawyer y Huck Finn
por Paula Arantzazu RuizLas aventuras de Tom Sawyer y Huckleberry Finn, ambos personajes de Mark Twain, 'Los 400 golpes', de François Truffaut, 'Los Goonies', de Richard Donner, o 'Cuenta conmigo', de Rob Reiner. Todos esos trabajos -imprescindibles y canónicos- resuenan con fuerza en 'Mud', la nueva película de Jeff Nichols tras el éxito cosechado con 'Take Shelter'. Con 'Mud' repitió en Cannes, ya compitiendo en la sección oficial, logrando -pese a quedar algo eclipsado por el triunfo de Michael Haneke y por las virguerías plásticas de Léos Carax- el apoyo unánime de la prensa especializada. No es para menos.
'Mud', como apuntábamos en el arranque del texto, es una emocionante historia sobre los últimos años de la infancia y el paso hacia la adolescencia a la vez que es también una mirada sobre un mundo que desaparece. Y como quedaba implícito al inicio de la crítica, también podría parecer que ya hemos visto antes esta misma historia. Cierto. La iniciación a los amargores de la vida adulta es una fuente eterna de relatos y la cinta de Nichols se atreve a citar muchos de ellos para al mismo tiempo renovar la tradición situándose a medio camino del thriller y la película de adolescentes, en un terreno tan agreste e ignoto como el salvaje paisaje del Mississipi que retrata en el filme, en un terreno tan libre como los emociones de sus chavales protagonistas, Ellis y Neckbone, dos críos que bien podrían ser los Tom Sawyer y Huck Finn del siglo XXI. Como los jóvenes héroes de Twain, crecen junto al río y sus aventuras fluyen al ritmo del agua, y como a ellos, el río también les cambiará la vida. Del mismo modo, al lado de un río los protagonistas de 'Cuenta conmigo' descubren su primera experiencia de la muerte, aunque que Ellis y Neckbone no irán en busca de un cadáver, sino que acabarán cruzándose con un fugitivo, el Mud del título (Matthew McConaughey, otra vez de infarto interpretativo). ¿Quién es ese hombre misterioso? ¿De dónde ha aparecido? ¿Por qué se esconde en esa isla deshabitada en el delta del Mississipi? ¿Qué quiere de ellos?
La aparición de Mud en su vida ayudará a Ellis a olvidar que su familia se está divorciando y que el mundo de deshechos y tesoros que hasta el momento era su día a día va a desaparecer (como sucedía también en 'Los Goonies'). Ese hombre enigmático, vagabundo y delincuente, hombre serpiente y medio chamán a ojos de los impresionables ojos de los chavales parece tener la respuesta a casi todos los interrogantes emocionales que les surgen. Desde que Mud emerge casi como un ramal de la isla, Ellis vivirá su primer amor y su primer desengaño, el enfrentamiento con sus progenitores, los sinsabores de la orfandad que sufre su mejor amigo y la violencia desgarrada. Por fortuna, y a diferencia de los dos largometrajes anteriores de Nichols ('Shotgun Stories' y 'Take Shelter'), 'Mud' es una obra de redención y reconciliación, un trabajo que fluye, como el río que baña sus imágenes, hacia un horizonte luminoso, abierto, de esperanza y de sosiego. Si en los dos filmes previos la naturaleza era un ente amenazante al que temer, de tensión de fuerzas inevitable, aquí Nichols se recrea en el elemento protector de la naturaleza, incluso sobrenatural. El Mississipi es peligroso e imponente, trágico y furioso, pero también orgánico, mágico y poderoso. Capaz de matar y al mismo tiempo de devolver la vida. No se lo piensen: 'Mud' es una de las películas del año.
A favor: Casi todo.
En contra: Casi nada.