La historia empieza cuando un ama de llaves, que no se sabe si ha sido despedida o se ha jubilado, se sube en el ascensor de un edificio para entregar una carta a una de las viviendas. En el ascensor va una Drag Queeen. Cuando se va la luz y el ascensor se para es cuando realmente empieza la historia. Dos polos completamente opuestos de la sociedad, por un lado una mujer modelo y por otro un hombre que se viste de mujer, deberán trabajar juntos para poder salir y llegar al apartamento al que está destinado la carta. Esa noche ambos personajes aprenderán a aceptarse entre ellos y a ellos mismos.
Estuvo nominado a mejor cortometraje en los Oscars de 1993.