Hace varias décadas que el conocido pintor Miquel Barceló decidió instalar un taller de pintura en Gogolí (África) en el que pasar alguna temporadas después del largo recorrido por el desierto que le hizo cambiar tanto su forma de vida como su forma de pintar. Por primera vez las cámaras de cine, con Isaki Lacuesta, premiado con la Concha de Oro del Festival de San Sebastián por ‘Los pasos dobles’, detrás, han logrado penetrar en ese inexpugnable espacio que se muestra en este documental.
En él Barceló muestra ante las cámaras sus secretos y sus inéditas técnicas permitiendo al espectador conocer su metodología para sacar adelante su afamada obra. Y es que para poder analizar con detalle las pinturas del artista era necesario recurrir a su historia, a su entorno. Porque nunca será lo mismo un estudio en una gran ciudad que al aire libre, donde un simple grano de arena puede llegar a convertirse en un elemento más de su obra.