El director del film, Jan Zabeil, siempre ha estado profesionalmente ligado a su tierra. Estudió Cine y Televisión en Potsdam, una ciudad muy próxima a la suya natal, Berlín, donde en la actualidad trabaja como director, camarógrafo y editor. 'El río solía ser un hombre' es su primer largometraje y con él ganó el Premio de Fomento del Cine Alemán y el premio a Nuevos Directores.
Es poco probable que una producción recupere el 90 por ciento de su inversión de un tirón, pero esto es lo que le ocurrió al film deJan Zabeil. La película, que contó con un presupuesto de 136.000 dólares, ganó 122.000 gracias al premio Kutxa- Nuevos directores que recibió en San Sebastián.
El protagonista de la película es el joven alemán Alexander Fehling. En su papel el actor ha de interpretar el cambio de personalidad que sufre su personaje a raíz de la experiencia que vive en solitario en mitad de África. Al principio, el turista se muestra algo etnocentrista y se burla de lo que el nativo le cuenta sobre el lugar en que se encuentra, pero después de un tiempo el joven descubre que en la inmensidad del mundo ninguna cultura es superior a otra.
En este film la angustia se transmite por el oído más que por la vista. Las conductas salvajes no son explícitas, pero los continuos e inquietantes ruidos dan cuenta del peligro que encierra el lugar. Por otro lado, los primerísimos y bien logrados planos también logran transmitir con sutileza la soledad del protagonista.
Poco dado a los efectos musicales, Zabeil supo delegar esta responsabilidad en el equipo de efectos de sonido formado por Anton Feist y Magnus Pflüger. Ambos fueron los encargados de conseguir el sonido de ambiente idóneo, incluido el constante ruido de los insectos que alcanzaba incluso la cacofonía.