Nuevo intento de ofrecer una perspectiva distinta del relato que creara Mary Shelley en 1818 que se queda en eso, en un intento. El guion es obra de Max Landis (Chronicle, American Ultra) y la dirección corre a cargo de Paul McGuigan (Push, El caso Slevin). Victor Frankenstein llega esta semana a nuestra cartelera, a pesar de que se estrenó en Estados Unidos el pasado noviembre y que no recibió muy buenas críticas, tampoco ha sido respaldada por el público pues quedó en la 12ª posición durante su primer fin de semana.
[...] Lo más novedoso de esta versión es que no se centra en la figura de la criatura creada por Victor Frankenstein, sino en su ayudante. Un tipo jorobado y deforme, pero de espíritu puro que nunca se sintió querido por nadie y encuentra en Frankenstein al amigo y mentor que consigue que deje de ser una atracción de circo y le convierte en un hombre. Vemos como el doctor crea dos criaturas a las consigue dar vida, aunque podíamos incluir una tercera, el propio Igor que pasa de no ser nadie y no tener ni nombre, a ser un hombre con la libertad de poder desarrollar su rico mundo interior. Curiosamente, Igor no aparecía en el relato original de Mary Shelley, ni en la mayoría de películas que lo han adaptado, su existencia en la memoria colectiva de todos se debe, principalmente, a dos películas: Frankenstein (1931), donde apareció por primera vez, y El jovencito Frankenstein (1974) con un inolvidable Marty Feldman.
La obsesión del inspector de policía que ve los experimentos como un desafío divino, la trama romántica de Igor con la trapecista, la torpe explicación de la motivación real de Frankenstein, algunas premisas de la trama realmente incongruentes, escenas de acción que parecen sacadas del Sherlock Holmes de Guy Ritchie y unos anodinos efectos especiales, provocan que lo original de la idea inicial pierda fuerza y el conjunto final resulte flojo y peque de ambicioso. Tampoco se puede decir que sea una película de terror, ni una fiel adaptación, no esperéis ver a un monstruo matando gente sin control, hay alguna escena desagradable de la primera criatura y poco más.
Muy destacables las comprometidas actuaciones de su pareja protagonista, James McAvoy y Daniel Radcliffe interpretando a dos personajes de personalidad excéntricas. Por un lado, un tierno y sincero Daniel Radcliffe (Horns) como el joven mal formado que sólo conoce la humillación y el desprecio hasta que conoce a Victor. Por otro, James McAvoy (X-Men: primera generación) como el genio de ideas trasgresoras, pero también herido y vulnerable, resultando creíble y, a veces, sobreactuado. El resto de personajes secundarios está muy poco desarrollado, Jessica Brown Findlay (Downton Abbey) es el interés amoroso de Igor, Andrew Scott (Moriarty en la serie Sherlock) el detective obsesionado con la religión y Freddie Fox (Pride) el rico aspirante a megalómano que se presta a financiar el proyecto de Victor cuando le expulsan de la Universidad. También cuenta con la breve aparición de Charles Dance (Juego de Tronos) como el Baron Frankenstein.
Esta nueva adaptación sobre Victor Frankenstein y sus demonios no es perfecta, pero resulta entretenida, mantiene un buen ritmo y tiene algunas ideas originales.