es una obra sofisticada que tiene paralelos con la Guerra Sucia en Argentina, la cual sucedió al final de los setentas y al principio de los ochentas del siglo XX. La película se concentra en la historia del metro desaparecido en Buenos Aires donde un hombre llamado Pratt está tratando de encontrarlo. Hay tres escenas, especificamente la conversación con los burócratas, la interacción entre Pratt y Mistein, y la escena final con Blasi y los burócratas, que representan la situación del gobierno en Argentina durante la guerra sucia y muestran la impotencia de la gente para cambiarla.
En la primera escena Pratt, el personaje principal, necesita darles una explicación a los burócratas para explicar su teoría del tren perdido. Pratt explica que las vías del metro han creado una vía infinita, como la cinta de Moebius. El tren puede reaparecer siempre y cuando el sistema permanezca infinito. Sin embargo, hay una posibilidad de un accidente tan pronto como el tren reaparezca. Los burócratas se pusieron muy defensivos después de que Pratt se lo dijo. Uno de los burócratas dice, “¿se cree que estamos escondiendo el tren?” mientras otro dice, “cuando entró el túnel que cruza el Maldonado, se convirtió en un barco y ahora navega a África.” Estas citas muestran que ellos no le creen a Pratt y piensan que su explicación es una fantasía. Se relaciona a la Argentina de la época porque las acciones del gobierno eran similares a una fantasía. “Según los datos de Amnesty International,” la guerra sucia “provocó más de 30 mil desaparecidos” en este periodo oscuro (La Guerra Sucia En Argentina). Mosquera usó la fantasía de la cinta de Moebius para crear una metáfora de la situación en Argentina: más de 30 mil personas desaparecidas no es más delirante que la cinta de Moebius.
La interacción entre Pratt y Mistein además enfatiza las personas desaparecidas y la impotencia de sus familias. En la escena, Pratt y Mistein están hablando de como la vía infinita se compara al mundo real. Pratt se pregunta si el mundo lo recordará a él y dice “no puede ser que todo se pierde.” A lo cual Mistein responde “ni los hombres ni el tiempo desaparecen sin dejar huellas . . . permanecen a nuestras almas.” Mientras que ellos están hablando, la cámara está en cámara lenta y se enfoca en Abril. Esto crea un efecto donde solo ella puede verlo en el momento. Pratt se quedará en su alma, al igual que los desaparecidos permanecieron en las almas de sus familias. Esta escena se relaciona a la Asociación Madres de Plaza de Mayo. La asociación consiste de las madres y abuelas de los desaparecidos quienes querían encontrar a su familia. “Inquietas, las Madres marchan cada jueves, se reúnen todos los martes y el tiempo no les alcanza” (Historias de las Madres). Como Abril en la película, las madres siempre recordarán a su familia, y lucharán por ellos hasta que vuelvan.