La película está basada en la obra teatral del autor chileno Antonio Skármeta.
La campaña real que se llevó a cabo en Chile en 1988 quería mostrar que la oposición al régimen pinochetista era posible. En el plebiscito celebrado ese año triunfó el No a la continuación del régimen, con un 55,99%; el Sí recibió el 44,01% de los votos.
El director Pablo Larrain afirma que hubiese sido imposible utilizar las técnicas modernas de grabación, con cámaras digitales y de última tecnología, ya que el contraste con las escenas de la época le habría restado credibilidad al film. Por ello, Larraín utilizó la técnica de vídeo U-matic 3/4, muy popular en los ochenta.
Los ex presidentes chilenos Patricio Aylwin, Eduardo Frei y Ricardo Lagos acudieron al estreno de la película de Larraín y todos coincidieron en el realismo con el que plasmaba los hechos. Para Frei “sería muy útil que la gente la vea, la escuche, para que nunca más se repitan estas cosas”.
La película se alzó con el premio de la Confederación Internacional de Cines de Arte y Ensayo en la Quincena para realizadores, un festival celebrado paralelamente al de Cannes. Además, la de Larraín ha sido seleccionada para el Festival de Locarno.
El cineasta Pablo Larrain tenía claro que el papel protagonista sería para el actor Gael García Bernal desde que estaba escribiendo el guión. Según el director, la decisión ha sido la correcta porque el mexicano “aportó el equilibrio y la ambigüedad que se necesitaba para su papel”.
El actor mexicano Gael García Bernal ha afirmado que el hecho de que interpretara a un publicista exiliado de México ha ayudado mucho, ya que no fue necesario adoptar el acento chileno.
El guionista Pedro Peirano ha afirmado haber disfrutado mucho realizando el guión. La obra teatral del dramaturgo SKármeta sólo tenía un personaje y él tuvo que documentarse para plasmar debidamente los hechos de la historia. Para ello entrevistó a numerosas personas que habían participado en la campaña y, según el guionista, “la gente que estaba a favor del No hablaba fácilmente y los que votaron Sí sentían vergüenza”.